Opinión

CRÓNICA DEL PRESENTE

CRÓNICA DEL PRESENTE

Euclides Gutiérrez Félix

¡División Berlanga! II

 

En nuestra columna anterior explicábamos que el nombre de División Berlanga, en la cual se instaló la empresa agrícola Grenada Company, C.O, que sería la que regiría los destinos de las plantaciones bananeras de la United Fruit Company en Montecristi, era el primer nombre, “División Berlanga”, el apellido del sacerdote jesuita español, agrónomo empírico quien introdujo en América, en las islas del Caribe y después en Centroamérica, el cultivo de esa fruta que se producía en la costa del Atlántico de África y en las Islas Canarias, posesiones de la monarquía española. Para el año de 1946, para principios del mes de enero, nuestro padre excapitán del Ejército Nacional, desde la ciudad capital, se trasladó a Montecristi con una carta de presentación dirigida al señor David Cloward, gerente general de la Grenada Company, firmada por el general Fernando Sánchez, jefe del Estado Mayor del Ejército dominicano, siguiendo instrucciones de Héctor B. Trujillo Molina, secretario de Estado de Guerra y Marina.

Fernando Sánchez, nieto de Francisco del Rosario Sanchez, recomendaba a mister Cloward, al excapitán Gutiérrez Abreu, militar de excelente conducta y profundo concepto de disciplina, padre de cinco hijos, para que se le facilitara un empleo en la empresa bananera. Cuando llegamos a Montecristi, el autor de esta columna no había cumplido diez años de edad y solamente Palo Verde y La Cruz de las plantaciones que se habían diseñado, estaban sembradas en su totalidad.

Todo el personal con una sola excepción de la dirección, o sea mayorales, vicemayorales y capataces, eran dominicanos, Federico Joubert, mayoral de Palo Verde; y luego en orden sucesivo, Osvaldo Lister Bircam (Cuco,) de La Cruz; Alcibíades Feliz, (Civín), de Isabel; Fernando Badía, de Madre; Abraham Núñez, (Babán), de Maguaca; y Pascual Fernández, (Pascualito) de Julián.

En Palo Verde, se sembró un frutal gigantesco, que fue un trabajo que le correspondió a nuestro padre y también una hortaliza, para abastecer a los empleados de la Compañía, y en un rápido proceso de dos años más, Isabel, Madre, Maguaca y Julián, se sumaron a Palo Verde y La Cruz comenzando a producir enormes cantidades de racimos de guineos.

En honor a la verdad el extraordinario trabajo de siembra, mantenimiento, fumigación, producción, corte y lavado de los racimos de guineos, era una expresión asombrosa del desarrollo de esta empresa agrícola que se había fundado en 1899 y que para esos momentos era, en la realidad histórica, la dueña del destino de Guatemala, Honduras y Costa Rica.

Los bateyes de estas plantaciones que albergaban como trabajadores agrícolas entre 150 y 200 personas que utilizaban pequeñas casas de mampostería bien techadas, con baños y sanitarios comunes, una escuela primaria que iba de 1ero. a 3er. curso con maestros pagados por la empresa y con un gigantesco play de béisbol que servía también de parque de diversión para los infantes.

Después de vivir más de un año en el poblado de Montecristi, nuestro padre se trasladó con su familia para vivir en Jaramillo, en el más grande de los tres chalets, muy hermosos, que se habían construido en ese lugar y vinieron ser nuestros vecinos, empleados de la empresa también, Santiago Mejía (Chaguito) y su esposa, una hermosa santigüera llamada Clemen. Qué hermosos los recuerdos de aquella época, en la memoria del autor de esta columna. Continuaremos…

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