Opinión

CUANDO SEA PRESIDENTE

CUANDO SEA PRESIDENTE

Sobre el aborto

 

Nosotros nos vimos involucrados en un aborto, ese hecho, más lo que soy me da argumentos para hablar de ello.

La vida ha contribuido a forjarnos la creencia de que no se debe ser radical al fijar posición sobre determinados sucesos, sin embargo, lo normal en el mundo de hoy es que se mantengan posiciones cerradas, siendo el aborto criminal (que también lo es el terapéutico), uno de los que divide las opiniones entre seguidores y enemigos, son muy pocos los términos medios, y es ahí donde nosotros vamos a ubicarnos, decimos que “depende”.

Incontables son las causas o circunstancias que conllevan a provocar el aborto: la aparición de un nuevo embarazo en una pareja que ya tiene sus hijos deseados y por una razón u otra no pudieron evitarlo; una prostituta que no se protegió, y ni siquiera recuerda el responsable, la novia que teniendo relaciones prematrimoniales, queda embarazada y eso le traería represión de su familia.

También se puede ubicar en estas causas el caso de la que sosteniendo una aventura, en la cual no quiere realmente a su compañero, queda embarazada, así mismo un embarazo en medio de un matrimonio que ya ha decidido separarse, y una amplia gama de situaciones en las que pueden haber razones de peso para desear interrumpirlo.

Oigo las expresiones de los que se oponen: “No hay razón sobre la tierra para quitarle la vida a un ser humano”; “Los hijos se deben tener, pase lo que pase”, etc. Nosotros repetimos “depende”, si bien no estamos de acuerdo con el aborto en sí mismo, tampoco descartamos que en determinadas circunstancias sea lo más prudente, especialmente cuando peligra la vida de la madre; es preferible que se corte un embarazo que enfrentarse por causa del mismo a las destrucción espiritual de una persona o de un grupo familiar, aunque es válido decir que generalmente son trivialidades las excusas que se ponen para recurrir al aborto.

El Nacional

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