Opinión

CUANDO SEA PRESIDENTE

CUANDO SEA PRESIDENTE

Cuando junio cae, es imposible sustraerme de fechas que me tocan y aquí estoy, de nuevo, atrapado, preguntándome sobre la Fiesta de San Juan “…como comparten su pan, su mujer y su galán, gentes de cien mil raleas” (Al tono de Serrat),  inquiriéndome, por enésima vez, cual ha de ser la generación en que “ Hoy el noble y el villano, el prohombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarles la facha / Juntos los encuentra el sol a la sombra de un farol empapados en alcohol abrazando una muchacha”.

 En nuestra cultura lo celebrábamos yéndonos al mar o al río a bañarnos sin haber hablado con nadie, nuestras mujeres cortándose el cabello para que le crezca más y mejor o darle un abrazo y hacer las paces con algún enemigo. Es soñar que como ese día deben ser todos los del año.

También está ese 26 que, parodiando a Silvio “Siempre es 26”, significativo a propósito de afectos creados que se convirtieron en sueños fallidos y que han dejado un sabor amargo “por lo que pudo haber sido y no fue”. Sobre esta relación escribí pidiendo perdón, hace poco, pero no sirvió de nada, allí solo queda un mudo rencor que ha logrado sepultarme en vida. Apelo de nuevo, en penúltima instancia, al espíritu de San Juan.

Cierra ese “Día del Maestro”, fecha natalicia de uno de mis más preciados ejemplos, y quien influyese grandemente en mi personalidad. Es Juan Bosch, que 104 años atrás naciera para gloria de todos los dominicanos decentes, amantes de la paz y luchadores por construir un mundo mejor, sin odiosas diferencias, sin hambre, si oprobios, sin maldades; un mundo que siempre sea “Día de San Juan”.

Saludo a los que, como un servidor, tienen fechas que los amarran. Eso no es malo. Es una muestra de que aún podemos valorar y apreciar nuestro pasado. Citando a José José: “Aún estoy de pie” y haciendo “Cuando sea presidente”.

El Nacional

La Voz de Todos