Editorial

Cuidar las apariencias

Cuidar las apariencias

Incidentes protocolares de naturaleza política que empañen los actos de toma de posesión el domingo del nuevo gobierno podrían tener efectos nocivos sobre el anhelo de impulsar la unidad del liderazgo partidario para contener la pandemia y relanzar la economía.

Si no es posible que el presidente Danilo Medina acuda a la Asamblea Nacional para estar presente en el acto de juramentación del presidente electo Luis Abinader, lo aconsejable sería que se acojan las excusas o motivos que sustentan esa ausencia.

Desde el litoral del mandatario saliente se ha dicho y repetido que Medina no participará en los actos de traspaso de mando presidencial por las restricciones que se impondrían en el salón de la Asamblea Nacional, por causa del coronavirus.

De nada sirve el afán por localizar una quinta extremidad al felino, y menos aún que en torno a esa decisión se emitan juicios de valor que solo servirían para avivar un injustificado fuego de pasiones.

El protocolo descrito para la ceremonia de juramentación presidencial se torna más difícil porque el presidente saliente y el entrante, tendrán que recibir por separado al secretario de Estado Mike Pompeo y demás integrantes de la comitiva de Estados Unidos.

Pompeo y su séquito estarían en el país durante algunas horas, por lo que quizás se reúna en el mismo Congreso con el presidente Abinader, quien también participaría en la ceremonia privada en la oficina del presidente del Senado, Eduardo Estrella, donde Medina entregaría la banda presidencial.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) debería ofrecer seguridades de que sus legisladores electos asistirán el domingo a la ceremonia de transmisión de mando, a la muy necesaria convivencia política, y porque un desplante de esa naturaleza no podría justificarse con el tema de la covid-19.

Carece de sentido que cualquiera de los litorales partidarios pretenda de nuevo usar a la Asamblea Nacional como escenario de la prolongación de una guerra política que ha debido cesar para dar paso a la imprescindible confluencia de esfuerzos para contener el coronavirus y recuperar el crecimiento económico.

El Nacional

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