El Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) ha declinado confirmar a tres jueces de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) que fueron evaluados al concluir su período de siete años en esa alta corte, como establece la ley, aunque se infiere que la revisión de desempeño apunta siempre al Orden Judicial en su conjunto.
A partir de mañana, el CNM iniciará el proceso de selección de cinco nuevos magistrados de la SCJ, en razón de que otros dos jueces que también cumplieron su ciclo laboral, declinaron aspirar a continuar, a los que se suma la selección de los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE).
La escogencia de diez nuevos magistrados de altas cortes representa un serio compromiso para el Consejo Nacional de la Magistratura, encabezado por el presidente Luis Abinader, porque recompone el orden doctrinal de la SCJ y de un TSE que podría juzgar el destino del complicado proceso electoral del 2028.
La sociedad dominicana no espera otra cosa del CNM que no sea su estricto apego a los principios de transparencia y participación, sin cruenta aplicación del poder de la mayoría que posee el partido gobernante en esa institución.
No se trata sólo de evaluar en términos de competencia y probidad a las aspirantes a jueces de la Suprema Corte y Tribunal Superior Electoral, sino también a identificar perfiles profesionales absolutamente identificados con una administración de justicia justa y valiente, alejada de intereses políticos o corporativos.
Lo saludable sería que el liderazgo nacional identificara mediante consenso y en estricto apego a la Constitución, el perfil de juez que requiere el ordenamiento jurídico y la democracia, sin imposición o distribución espuria o filistea de poderes en las altas cortes, porque eso sería como rasgar la vestidura de Temis.
Ese proceso de selección de una decena de jueces que integrarán plenos de altas cortes representa una excepcional oportunidad para que el liderazgo político que domina hoy los poderes ejecutivo y legislativo contribuya a acentuar la independencia del Poder Judicial y a garantizar su calidad ética y profesional.
Los profesionales del derecho que serán nombrados en la SCJ tendrían la misión de impulsar el proceso de transformación de ese tribunal, en tanto que la escogencia de nuevos titulares y suplentes del TSE incidirá en el próximo torneo electoral, a través del conocimiento y fallo de demandas contenciosas elevadas por personas físicas, partidos y agrupaciones políticas. Cuiden al Poder Judicial.