Solo pocas semanas después de que el FBI desmantelara un escándalo de apuestas ilegales en la NBA y partidas de póker amañadas, el deporte estadounidense fue sacudido por un nuevo caso, esta vez con los lanzadores dominicanos de la MLB Emmanuel Clase y Luis Ortiz acusados de participar en un sistema de apuestas manipuladas.
Según las investigaciones anunciadas por la Fiscalía Federal del Distrito Este de Nueva York, Clase y Ortiz suministraron a los apostadores un aviso anticipado sobre los tipos de lanzamientos que harían y enviarían intencionalmente bolas en lugar de ‘strikes’ para asegurar apuestas exitosas.
Este sistema de corrupción, según la Fiscalía, provocó al menos 400.000 dólares de beneficios a los apostadores, que ‘indemnizaron’ a Clase y a Ortiz con unos pagos de 5.000 y 7.000 dólares por sus picheos manipulados.
Ortiz, de 26 años, fue arrestado este domingo en Boston y será procesado en Nueva York. Clase, de 27, no está actualmente bajo custodia en Estados Unidos.
La noticia provocó un nuevo terremoto en un deporte estadounidense ya herido en las últimas semanas por un escándalo de apuestas con el jugador de baloncesto de los Miami Heat Terry Rozier como protagonista, y otro de partidas de póker amañadas con el ya exentrenador de los Portland Trail Blazers Chauncey Billups involucrado.
El caso de Rozier, desmantelado por el FBI, también tiene que ver con una conspiración interna de apuestas deportivas que explotó información confidencial sobre jugadores y equipos de la NBA.
Rozier se encuentra alejado de los Miami Heat, y sin sueldo, pendiente de la evolución del caso.
También acaparó los focos el caso de Billups, campeón de la NBA en 2004 con los Detroit Pistons y ahora entrenador, que, presuntamente, formaba parte de un plan de amaño de partidas de póker que duraba desde hace cerca de cinco años.
Familias mafiosas como Bonanno, Gambino, Genovese y Lucchese están en el fondo de un sistema de juegos de póker amañados con el uso de dispositivos de alta tecnología.
Mezcladores de cartas que escaneaban las barajas y gafas de rayos X que permitían detectar cartas marcadas formaban parte del fraude, con Billups entre los participantes de ‘lujo’ que atraían a las víctimas.

