Opinión

DE SALUD Y OTRAS COSAS

DE SALUD Y OTRAS COSAS

Localízame a un médico, por favor…

Dentro de los múltiples agentes que actúan frente a una demanda de atención a la salud, es indudable que el médico es el que más competencia tiene, auxiliado por supuesto por enfermeras, bioanalistas, odontólogos y en fin, por el conjunto de técnicos que actúan frente a un enfermo, siempre con el concepto de trabajar en equipo en procura de un diagnóstico y la cura oportuna.

Lo que quiero decir es que cuando uno “se siente algo que le molesta” lo que desea es que “le resuelvan, cerca de donde vive y de preferencia que no te cueste mucho”.

Los discursos sanitarios progresistas de la ONU, OPS, BID, PNUD y otros organismos, han planteado por décadas que: la salud es un derecho y un deber de los estados ofrecerla de forma universal y gratuita.

Que el acceso a la vivienda adecuada, a la educación de calidad, al empleo gratificante y a la alimentación balanceada, son claves para vivir con dignidad.

Pero aterricemos: “tengo un fuerte dolor de barriga con diarreas sanguinolentas” y me estoy “vaciando”.
¿Quién soy y dónde estoy? Tres ejemplos:
2 a. m. en Pedernales
3 a. m. en Baní
11 p. m. en el Ensanche Naco

¿De qué dispongo?
En Pedernales no tengo ni cédula, ni seguro y me acerco a un centro de atención primaria. Me ponen un suero y me trasladan a Barahona. Me muero en el camino.

En Baní con mi seguro Senasa voy a la Clínica de Aguavivas. Otro suero y como no tengo el “deposito” y el gastroenterólogo esta fuera de la ciudad me trasladan al Hospital central de las Fuerzas Armadas por mediación de un primo guardia.

En el Naco, tercer caso, tengo un seguro internacional, buenas relaciones y un celular. Llamo al Dr. Contreras que me está esperando en un centro médico al doblar de mi casa.
El diagnóstico fue diverticulitis masiva con una posible perforación de los intestinos.
Al otro día lo espera una ambulancia aérea y lo sacan del país….

Estos tres perfiles imaginarios de seres humanos que se ven en la necesidad de recibir atención a su salud, es posible que más de la mitad de los ciudadanos corresponda a ese riesgo de morir; que un pequeño grupo se la busca como pueda por estar cerca de los grandes centros urbanos y que el 0.2 % de la población tenga acceso a seguros internacionales.

La atención oportuna y cercana con buena calidad es clave para mantener a raya la morbilidad y la mortalidad del dominicano.

¿Cuántos niños han muerto de dengue por la pérdida de tiempo que implica traerlos “volando en fiebre” desde Dajabón al Hospital Robert Read Cabral (Angelita) a donde llegan deshidratados y moribundos?
El esfuerzo debe concentrarse en acercar los servicios al lugar donde reside la gente (acceso); a la atención oportuna; a los traslados, sin pérdida de tiempo (de preferencia auxiliados por el exitoso servicio del 911).

Que la atención primaria asigne a un equipo de salud para visitar los hogares, aunque no se les llame, en labores de educación para la salud y prevención.

El Nacional

La Voz de Todos