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De salud y otras cosas

De salud y otras cosas

Cáncer, depresión y suicidio.-

No siempre el cáncer es causante de una depresión y no necesariamente un trastorno del estado de ánimo conlleva a un suicidio consumado.

El cáncer es un desorden en la reproducción de las células.
La mayoría de estos tumores (líquidos y solidos) no obedecen a una causa única.

Una vez diagnosticado la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia suelen combinarse dependiendo de la extensión de la patología (metástasis) y detectado a tiempo, el paciente suele tener una sobrevida apreciable.

Millones de personas mueren cada año en el mundo de los diferentes tipos de cánceres y sus complicaciones.
La investigación avanza… y la esperanza es firme.

¿Por qué un paciente ante la noticia de que tiene cáncer se deprime?

La mayoría comienza negando su realidad y buscando múltiples opiniones según su estatus socio económico.
En esa lucha por sobrevivir el ser humano entra en un regateo poniéndole fecha a su probable muerte.

Conductas de aislamiento, tristeza, desesperanza e ideación suicida, suelen aparecer.

Durante 12 años laboré en el Servicio de Psiquiatra del Instituto Dr. Heriberto Pieter y allí pude conversar con damas ante el diagnóstico de cáncer del seno y con decenas de hombres con cáncer de próstata, cáncer de colon y con cáncer del pene, este último implicaba muchas veces, la amputación del pene a hombres relativamente jóvenes.

A decir verdad, la prevalencia de depresión no era tan alta, quizás porque la cultura del referimiento al psiquiatra por parte de los oncólogos no está muy generalizada en nuestro medio.

Una depresión descuidada que se va profundizando conforme avanza la enfermedad y la presencia de ideación suicida es de alto riesgo.

Lo que es de lamentar, es que a pesar de las creencias religiosas, de la intervención de psicoterapeutas, la familia más cercana jamás se le ocurre pensar en el suicidio.

A todo paciente que en este momento esté cursando con cáncer y que tenga una depresión pida que lo vea un psiquiatra y saque de la casa las armas de fuego.

Los hombres utilizan métodos duros para consumar la autoquiria: Lanzamiento al vacío, ahorcamiento, el disparo etc.
El disparo a la cabeza en la región parietal derecha para los diestros, es la usanza, sobre todo, entre los militares.

Recientemente ocurrió un hecho que consterno a la ciudadanía y lo que sin ser experto en criminalística ni en balística, dispararse al tórax no es lo usual.

Esa región la autoinfligen las culturas orientales con armas punzo-cortantes en rituales especiales.
Un presidente dominicano se disparó a la cabeza en un baño del Palacio Nacional casi al cumplir su periodo constitucional.

¿Qué ocurre en los minutos finales para tomar esta lamentable decisión?

Se dice que hay que ser muy valiente para consumar una idea fatal. Se ha hipotetizado que existe un desorden cerebral de orden neuroquímico.

Quizás mi amigo, hombre muy racional, por cierto, pensó que al herir el corazón estaría más seguro de su muerte, que ofendiendo al cerebro, en esos aciagos momentos.
¡Paz a sus restos!

Por: César Mella
cesarm2@codetel.net.do

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