Los vídeos sobre reales o supuestos excesos de la Policía por violaciones del toque de queda han llevado al director del cuerpo, Edward Sánchez, a denunciar una campaña en su contra y arrastrado la intervención en torno al caso de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

De que haya acciones que no se correspondan con la realidad, que su difusión sea con el propósito de hacer daño, es más que posible.

Las redes no solo se utilizan para denunciar atropellos o irregularidades, sino como instrumentos para atacar a determinados sectores. Pero en el caso de los atropellos que se atribuyen a la Policía quizás ha sido la primera ocasión en que la CNDH, tan criticada en el pasado por calificar de ejecuciones extrajudiciales los intercambios de disparos, ha salido en defensa del cuerpo y su director.

El presidente de la CNDH, Manuel María Mercedes, señaló que dentro de la Policía hay grupos que actúan al margen de la ley, pero que bajo la gestión de Sánchez los abusos se han enfrentado con responsabilidad. Según Mercedes la supuesta campaña con el propósito de perjudicar al director de la Policía persigue también el objetivo de evitar el proceso para reorientar el accionar del cuerpo.