(IV)
Siempre hemos creído que unificando siglas en supuestos frentes nacionales vamos a adquirir la fuerza que no emerge de nuestro diario accionar político. ¡Claro que podemos asumir otros caminos….!
¡Claro que, el grueso de los revolucionarios de nuestro país, tenemos como referencia negativa empezar por “unir nuestras siglas”, y dictar entonces “nuestras verdades” al pueblo en el supuesto de que somos nosotros los que tenemos la experiencia y los conocimientos para orientar a este país!.
Empero no es por esos senderos por los que procede canalizar el gran deseo de unidad que tenemos el conjunto de fuerzas y personas alternativas en el pais!…! la vida y las tres grandes experiencias señaladas anteriormente así nos lo enseñan.
Tenemos la responsabilidad de trazar
el camino adecuado para crear conciencia en la población
Podemos asumir otros caminos……podemos sumar todas las siglas que distinguen todo lo revolucionario, democrático y alternativo en el país, pero por ese camino solo conseguiremos crear un aparato, que difícilmente lleve a este pueblo a la lucha para crear la conciencia ciudadana, para cambiar el rumbo del país hacia la democracia plena, el bienestar colectivo, la soberanía y la independencia de la nación, y la construcción de un país donde la igualdad entre hombres y mujeres, la justicia social, una educación y salud orientadas a la felicidad colectiva, y la conservación del medio ambiente sean una prioridad nacional.
¡Que todo el que quiera integrarse en esta gran demanda democrática lo pueda hacer libremente y que en talleres y otros medios participativos, se establezcan los consensos y niveles de conocimiento, demandas y conciencia necesarios para actuar, todas y todos juntos, en la misma dirección que señala un programa construido a partir de ese amasijo y diversidad de caminos y demandas colectivas.
Es importante que identifiquemos y Comprendamos que ese camino fue el de nuestra lucha independentista, el de nuestra lucha restauradora y el de la gran jornada que constituyó la llamada “guerra de abril de 1965”.
Por: Fidelio Despradel
f.despradel@gmail.com