En el territorio nacional circulan más de tres millones de motocicletas, equivalentes al 55 % de todo el parque vehicular, que asciende a cinco millones, 463 mil 996 de vehículos, lo que obliga a las autoridades a afrontar con firmeza el desorden en el tránsito que se atribuye a motoristas, “delivery” y “motoconchistas”.
Los conductores de ese tipo de vehículos han sido las mayores víctimas fatales de accidentes de tránsito, al representar el 73 % de las muertes reportadas por esa causa, que durante el periodo 2015 al 2020 sumaron 10 mil 772 decesos, la mayoría con edades entre 15 a 39 años.
La directora del departamento de motocicletas del Instituto de Transito y Transporte (Intrant) enfoca el tema del desorden vial por el lado económico al señalar que más de diez mil motoristas transportan unos siete millones de personas mensualmente, por lo que dice es un sector que aporta al país.
La Federación de Motoristas (Fenamoto) culpa a las autoridades por no detener a sus asociados que violan disposiciones de tránsito, pero la Dirección General de Seguridad de Transporte y Tránsido Terrestre (Digesett, informó que en las últimas horas “fiscalizó” a 525 motoristas por violar la ley 63-17.
De todo lo antes expuesto aflora que los motoristas representan la mayor cantidad de muertos en accidentes viales (73 %); que gran parte esos conductores no respetan las señales de tránsito, manejan en vía contraria, sin casco protector, sobre aceras, túneles y elevados y muchas infracciones más.
También queda claro que la labor de la Digessett es insuficiente para frenar el desorden vial que también provocan conductores de automóviles, yipetas, camionetas, camiones, patanas, bicicletas, triciclos y carretas y hasta propios peatones.
Es obvio que las autoridades tienen la potestad de imponer multas o incautar vehículos, según el tipo de violación que cometan sus conductores a la ley de tránsito, lo que en ningún modo excluye a los motociclistas, motoconchistas o deliveries.
Se requiere con urgencia que el Intrant ejecute una campaña educativa sobre civilidad vial a través de medios de comunicación, medios digitales, escuelas, universidades, empresas y sindicatos, sin menoscabo de aplicar la ley con todo rigor y sin contemplaciones.
