FILADELFIA.- El rebote en la temporada de Rafael Devers ha sido impresionante.
El 13 de agosto, Devers se presentó al estadio con un promedio de .167, dos jonrones y tres carreras impulsadas en 60 turnos al bate. En los siguientes 99 turnos al bate, Devers ha bateado .323 con siete jonrones y 25 impulsadas.

Devers es el maestro del batazo fuerte. Él lideró las Grandes Ligas con 252 pelotas de gran impacto (más de 95 mph) la temporada pasada.

En el Juego 1 de una doble cartelera de siete entradas el martes en Citizens Bank Park, en el que los Medias Rojas perdieron, 6-5, por un sencillo de dos carreras de Alec Bohm, Devers llegó a un nivel que no había alcanzado antes.

El bateador disparó un rayo láser para un jonrón contra un letrero en el jardín derecho que saltó de su bate con una velocidad de salida de 116.5 mph, según Statcast. Esa explosión tuvo lugar en la parte superior del tercero y recorrió una distancia proyectada de 416 pies.

Quizás inspirados por la línea congelada de Devers, los Medias Rojas hicieron una exhibición de poder en el Juego 1. Alex Verdugo (109.5 mph, 423 pies) bateó un cohete en el quinto. Luego, Devers siguió a su compañero de equipo descargando su segundo del día, este dejó su bate a 108.8 mph y viajó 417 pies, para poner a Boston a una carrera.