La mala costumbre de muchas gentes y entidades de esta sociedad de no honrar sus palabras, ha hecho que la opinión publica y en este caso la comunidad educativa, no percibiera una declaración reciente que hiciera el señor Eduardo Hidalgo, presidente y vocero oficial de la Asociación Dominicana de Profesores.

Declaró este educador a nombre suyo y del sindicato que preside, que no apoyaban las faltas que estaban cometiendo y pudieran cometer, profesores y profesoras que conforman su membresía, dejando la investigación y sometimiento a la justicia a las autoridades con competencia para hacerlo.

Aun a riesgo de ser considerados hiperbólicos asimismo esa declaración como trascendente y auspiciosa para la salud de la educación y de toda la comunidad educativa.

Como vimos nacer la ADP aseguramos que es la primera vez que esa entidad asume y anuncia tan seria y justa posición respecto a las faltas que pudieran cometer las profesoras/es allí asociados.

En verdad verdad, del profesor Eduardo Hidalgo ni en sueño lo esperábamos. Por el silencio guardado pensamos que la población no cree en ADP o no dimensionó la importancia que contiene esa declaración. Que sepa la opinión pública que la mayoría de las faltas en el desempeño de los docentes, se basa en el apoyo incondicional que reciben del sindicato, que siempre ha aprobado y defendido las faltas cometidas por sus miembros. Si aquellas declaraciones son vehementes y serias contribuirán notablemente a la mejoría conductual de los educadores del sector público y beneficiará al alumnado.

Las instituciones públicas y privadas deben poseer en el perfil y protocolo de sus servidores un régimen disciplinario y de sanción para quienes sean pasibles de su aplicación. Pensamos que el profesor Hidalgo hizo la declaración que estamos respaldando, a raíz de la incidencia de faltas graves cometidas de profesores a estudiantes en los casos de Higüey y La Vega, así como en Nagua, donde una orientadora educativa vinculada a la pornografía publicó fotografías de alumnas suyas. También en el liceo Unión Panamericana en la ciudad capital, parejas de adolescentes tenían sexo en el propio plantel.

Finalmente colocamos varios etcéteras porque presumimos un listado largo de casos iguales y parecidos en todo el país, hasta en educación básica, que saldrán a la luz gota a gota. ¡Que Dios meta su mano!

Por: Lic. Santiago Martinez