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Efecto bumerán

Efecto bumerán

Luis Pérez Casanova

En su afán por buscar la quinta pata al gato, líderes opositores terminan por subestimar la inteligencia de la gente y de paso conseguir un efecto contrario al de sus insensatas críticas.

Obviamente que sin proponérselo, en ese interés por capitalizar las adversidades el mejor servicio al Gobierno se lo han prestado los dirigentes que con argumentos inapropiados han cuestionado la realización de un instrumento tan valioso para la planificación económica y social como el censo de población y viviendas, por demás contemplado en la Constitución, así como el colapso de la ciudad a raíz de las torrenciales lluvias del viernes 4 de este mes de noviembre.

No se puede criticarlo todo, sin dejar pasar una, porque lo demasiado hasta Dios lo ve. En el caso del censo lo más indicado era el silencio o, en su defecto, clamar para que en su ejecución se eviten manipulaciones y se cumplan con las normas que rigen los estudios demográficos.

Pero denunciarlo como parte de un plan para encubrir la inmigración haitiana o solicitar su suspensión para destinar los recursos a la lucha contra la inseguridad evidencia desconocimiento, interés de criticar por criticar o simplemente colocar obstáculos, como parte de una apuesta al caos, en las decisiones del Gobierno, sin importar que sean buenas o malas.

La gente, que no es tan tonta como pueden suponer líderes políticos, ha captado desde el primer momento que las críticas al censo y a los efectos de las inundaciones han sido traídas por los pelos. Con mejor sentido y manejo de la lengua, (aunque esto último sea tan difícil hasta para comunicadores que la tienen como instrumento de trabajo), se hubiera evitado el efecto bumerán de los insensatos cuestionamientos.

Esta ciudad se ha convertido en un caos por un crecimiento desordenado, tolerado por el poder político, frente al cual solo se tiene capacidad de respuesta en teoría.

Responsabilizar al Gobierno de la falta de drenaje pluvial deja a los líderes opositores muy mal parados porque demuestra, sin entrar en mayores detalles, que solo les interesa el capital político y no las soluciones a los problemas nacionales.

Critican y critican sin aportar soluciones porque entienden es lo que procede para conectar o despertar el sentimiento de la población, o en este caso de las víctimas de las inundaciones.

Y como si no bastara con la indiferencia de la gente a críticas carentes de sentido, un dirigente opositor ha cosechado burlas con su denuncia, para magnificar la dimensión de la inseguridad, de que un intruso penetró a su apartamento, ubicado un exclusivo sector de la ciudad, solo para contemplar cómo vivía, porque no tocó ni siquiera un alfiler.