El Ejército haitiano que había sido desmovilizado durante el regreso al poder de Jean Bertrand Aristide, está siendo reorganizado, con la supuesta finalidad de impedir el contrabando por la frontera y servir de soporte a las autoridades aduaneras para el cobro de impuestos de las mercancías que se comercializan en el tramo fronterizo, pero quienes están motorizando ese proyecto no se refieren en nada de que los militares del vecino país, cooperarán para impedir la avalancha de indocumentados que cruzan a nuestro territorio.
Es desafortunado y constituye un desatino, el anuncio hecho por el ministro de Defensa, teniente general Rubén Paulino Sem, de que las tropas dominicanas, podrían ayudar a la conformación del Ejército Haitiano y entrenar a sus integrantes, pues resulta contraproducente embarcarse en esa tarea, puesto que Haití ha desairado a la República Dominicana en varias ocasiones, y se ha negado a recibir ayuda a raíz de fenómenos naturales que han afectado a esa nación en varias ocasiones.
Como bien apuntara un analista que posee gran agudeza, eventualmente nosotros en el futuro tenemos que enfrentar a los militares haitianos, dadas las circunstancias de la isla, y la confrontación que constantemente buscan los ilegales que diariamente llegan a suelo dominicano Tradicionalmente, el Ejército Haitiano no ha contribuido a la estabilidad de su país, dado que sus jefes siempre están involucrados en golpes de Estado y en negocios ilegales,sin ningún interés en la estabilidad de sus instituciones.
En las 25 cumbres de CARICOM, celebradas en Granadinas, los países del Caribe, decidieron cerrarle sus puertas a la inmigración haitiana, acordaron emplazar al gobierno haitiano para que colaborara, impidiendo que sus ciudadanos ingresaran ilegalmente a su territorio.
En el cónclave, países como Belice, Guyana, Las Bahamas, Costa Rica, El Salvador, Panamá, entre otros adoptaron la política de tolerancia cero contra los haitianos ilegales y hoy están libres de una carga que no pueden sostener.
Posteriormente, los indocumentados se han asentados en lugares fronterizos de algunos países centroamericanos, haciéndose pasar por africanos para evitar ser deportados ya que desean ser tratados como refugiados. En Chile, hay constantes redadas contra ellos.
En nuestro país no hay nadie que le ponga el cascabel gato, y seguimos con una política de indiferencia, realizando operativos esporádicos, sin continuidad y ninguna firmeza para reducir la enorme cantidad de haitianos ilegales.