Dan Devine

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El último suspiro de la agencia libre de superestrellas tal como la conocemos llegó en 2019: el verano sísmico de Kevin Durant y Kyrie Irving trayendo un juego de dos hombres desventurado a Brooklyn, Kawhi Leonard llevándose a Paul George con él de regreso a Cali y Jimmy Butler. prestando atención al llamado de atención para convertirse en el próximo avatar de #HeatCulture.

Desde entonces, el panorama de la NBA se ha inclinado más hacia talentos destacados que se trasladan a través de intercambios: Chris Paul a Phoenix (y más tarde a Golden State ), James Harden a Brooklyn (y más tarde a Filadelfia y, más tarde aún, a Los Ángeles), Rudy Gobert a Minnesota, Donovan Mitchell a Cleveland, Kyrie Irving a Dallas, Kevin Durant a Phoenix, Damian Lillard a Milwaukee.

Con cada vez más jugadores de primer nivel cambiando de bando a través de intercambios monstruosos, los nombres más importantes que cambian de equipo en el mercado sin restricciones han pertenecido a tipos como Gordon Hayward , Kyle Lowry, DeMar DeRozan y Fred VanVleet.

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Buenos jugadores, todos… pero muy lejos de los días en que Shaquille O’Neal se fue a Hollywood en 1996, Steve Nash creó Seven Seconds or Less en 2004, LeBron James sacudió la liga cada cuatro años como en los Juegos Olímpicos, o KD rompió efectivamente la barrera. liga en 2016. A medida que el ciclo transaccional siempre agitado se acerca a la temporada baja, es probable que escuches el mismo estribillo: las verdaderas estrellas simplemente ya no cambian de equipo en la agencia libre.

Sin embargo, hace un par de años uno lo hizo. Simplemente no lo sabíamos todavía.

Cualesquiera que sean las reservas que haya tenido acerca de que Leon Rose and Co. le entregara $104 millones al segundo al mando de los Dallas Mavericks (y no mentiré: tenía algunas ), Jalen Brunson las ha respondido de manera clara, convincente y abrumadora.

Después de un gran giro en su primera temporada en el Madison Square Garden, durante la cual llevó a los Knicks a su primer resultado entre los 10 primeros en eficiencia ofensiva y a su primera victoria en una serie de playoffs en una década tranquila, el base ha logrado un desempeño aún más impresionante en el Año 2, liderando la carga de lo que ha sido el equipo más popular de la NBA … y ganando la primera selección All-Star de su carrera el jueves.

Brunson tiene a Nueva York en marcha, con una racha de nueve victorias consecutivas, la mejor de la liga, y con una marca de 15-2 desde el 1 de enero, su primer partido con OG Anunoby, a quien los Knicks importaron de los Raptors a cambio de los prospectos locales RJ Barrett y Immanuel Quickley.

El taciturno recién llegado ha demostrado encajar perfectamente en Nueva York, promediando casi 16 puntos por partido con 52/39/84 tiros divididos junto con más de seis robos, bloqueos y desvíos combinados por noche, mientras mantenía a algunos de los jugadores ofensivos más peligrosos de la NBA en apenas 42,3% de tiros, según NBA Advanced Stats.

Anunoby ha recibido mucho crédito por el reciente ascenso de los Knicks en la clasificación y en el ranking defensivo, todo ello muy merecido. Pero Nueva York superó a los Hornets y al Jazz esta semana sin Anunoby ni Julius Randle (un digno suplente del Juego de Estrellas por derecho propio, ahora en el estante con una dislocación del hombro derecho ) gracias en gran parte a Brunson, quien mantuvo la racha ganadora. y buenas vibraciones al anotar o ayudar en 100 de los 231 puntos de los Knicks en las victorias y perder el balón sólo dos veces en 72 minutos en el set consecutivo. Y el jueves, logró que los Knicks superaran a los Pacers con 40 puntos en una victoria por 109-105.