El debate público se torna nebuloso, confuso, a veces irrespirable por el cúmulo de trascendentes iniciativas que el Gobierno ha colocado a la consideración de poderes fácticos y de la sociedad, como si fuera posible que liderazgo y población asimilen en corto tiempo esa retahíla de proyectos.
No se repetiría en mucho tiempo la coincidencia en un mismo día de una sesión de la Asamblea Nacional Revisora que conoce de un proyecto de reforma constitucional, con el acto de presentación en el Palacio Nacional de un proyecto de modernización fiscal.
Antes de reanudar la discusión sobre la modificación del Texto Sustantivo, senadores y diputados deberán retornar a sus curules para conocer la reforma fiscal y enviar su contenido a comisiones correspondientes, pero tendrán que agendar también el proyecto de reforma del Código Laboral.
No se olvida que el presidente Luis Abinader pidió al Consejo Económico y Social convocar a la discusión de un nuevo pacto educativo, en tanto que el Congreso tendrá que habilitarse para conocer proyectos de eliminación y unificación de ministerios y otras instituciones del Estado.
El proyecto de reforma constitucional será aprobado como lo propuso el Poder Ejecutivo, con la excepción del pedido de eliminar 53 curules de diputados, que solo serán 20, pero los diversos sectores de la sociedad no alcanzarán a ver el final de esa película porque la entrada al teatro del diálogo fue muy restringida.
Tampoco sobra tiempo para debatir la decisión del Gobierno de repatriar al menos diez mil haitianos indocumentados a la semana, anunciado al término de una sesión del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, encabezado por el presidente Abinader.
Difícil es reaccionar ante la acusación afrentosa e infamante vertida por la ministra de exteriores y el embajador de Haití ante la OEA, de que ese proceso de repatriación constituye una acción inmoral, inhumana y una limpieza étnica, aunque un consejero dominicano defendió como pudo al gentilicio nacional.
Reformas constitucional, fiscal, laboral, pacto educativo, nuevo esquema de la seguridad social y Código Penal, son apenas algunos de los proyectos que se agolpan en el granero mediático y en el debate público, sin tiempo suficiente para ser consensuados, aunque con o sin discusión todos irán a parar al cadalso que significa una mayoría absoluta en el Congreso Nacional.