HOUSTON – En 2017, Fernando Tatis Jr. y Webster Rivas eran compañeros de equipo en los TinCaps de Fort Wayne.
Uno era un joven de 18 años que hacía una parada en boxes en lo que entonces era la Liga Clase A del Medio Oeste en su camino al estrellato del béisbol. El otro tenía 26 años, casi cinco años por encima de la edad promedio de la liga, y pertenecía a su tercera organización. Las Mayores parecían más lejanas para él que Cooperstown para el adolescente.
Sin embargo, a través de la perseverancia y la determinación, Rivas una vez más es compañero de equipo con Tatis, esta vez con los Padres. Cuando se enteró de que se uniría al club de Grandes Ligas, no ocultó lo mucho que significaba para él.
“Empecé a llorar”, dijo Rivas el sábado, a través del intérprete David Longley. “Es una emoción difícil de expresar con palabras. Llamé a mi mamá y ella comenzó a llorar. Fue emotivo. Una vez más, es difícil expresarlo con palabras, pero definitivamente tenía mariposas en el estómago”.
Ahora con 30 años, Rivas siempre puede decir que es un jugador de Grandes Ligas. El receptor hizo su debut el viernes por la noche en la victoria de los Padres por 10-3 en 11 entradas en Houston. Se fue de 3-0 con una base por bolas y sacó al veloz Myles Straw que intentaba robar.
El primer turno al bate de Rivas fue memorable, y no solo porque fuera el primero. Quemó una línea de 106.2 mph sobre un sinker 0-1 de Framber Valdez. El batazo se desvió del guante del campo corto Carlos Correa y entró en el jardín izquierdo mientras Rivas llegaba a la primera base. Los nuevos compañeros de Rivas en Grandes Ligas reaccionaron con decepción cuando la jugada fue declarada un error en lugar de su primer hit en Grandes Ligas.
“Llegué a primera y estaba muy feliz”, dijo Rivas. “Pensé que era un hit. … Pero hay un juego que jugar. Era mi primer turno al bate y estaba decepcionado, pero no podía perder la concentración y volver al juego después de eso”.
La estadía de Rivas en las Grandes Ligas podría ser corta. Está respaldando a Victor Caratini mientras Austin Nola se recupera de un esguince de rodilla izquierda. Pero incluso un día en las grandes ligas es una validación para los años de molienda en las ligas menores.
Rivas firmó su primer contrato profesional con los Dodgers fuera de la República Dominicana a los 19 años en 2010. Pasó seis temporadas en la organización de los Dodgers, pero jugó solo 14 juegos por encima del nivel Alta Clase-A. Firmó con los Angelinos como agente libre de ligas menores y pasó un año en esa organización antes de llegar a los Padres como agente libre de ligas menores.
Receptor suplente la mayor parte de su carrera, Rivas aún no ha superado los 100 juegos en una sola temporada. Más de 560 juegos de ligas menores, tiene una línea de barra de .260/.321/.362 y 24 jonrones.
“No es ningún secreto, la cantidad de años que pasé en las Ligas Menores”, dijo Rivas. “Puede sonar agotador o exagerado, pero voy a seguir adelante, ir al gimnasio, hacer todas esas cosas”.
A pesar de su diferencia de edad, quizás por eso, Rivas y Tatis forjaron una amistad. Rivas tuvo el papel de mentor en Fort Wayne. Ahora, él confía en Tatis para que lo ayude con las formas de vida de las Grandes Ligas.
“Le hago preguntas; me hace preguntas”, dijo Rivas. “Hemos estado ahí el uno para el otro. Obviamente tiene mucho talento y se ha convertido en el jugador que es, así que tengo muchas preguntas para él. Es una relación realmente genial y él es uno de mis amigos más cercanos”.
