La prensa matutina del sábado pasado, titulaba: 200 hombres sufren vejación de mujeres, refiriéndose al informe de la procuradora fiscal adjunta para la violencia intrafamiliar de San Cristóbal, que cuenta para 2009 con 217 denuncias de maltratos a hombres de parte de sus parejas, mientras que las mujeres maltratadas sumaron 1,519.
Por qué encabezar la noticia sobre violencias de género sumando a los hombres agredidos por mujeres, cuándo el número de mujeres víctimas, al leer la noticia, es 8 veces mayor? ¿Reacción de la resistencia machista patriarcal al reconocimiento de un fenómeno que mata más de 200 mujeres al año en este país? ¿Están suficientemente preparadas las personas que trabajan en el sistema de atención a la violencia contra la mujer?
Para disminuir estas violencias y su exagerada frecuencia contra las mujeres, la Procuraduría debe bajar líneas claras a las/os Fiscales Adjuntas/os, para que, frente a periodistas detrás del morbo de la noticia, no caigan en la chabacanería de resaltar primero lo poco para después, muy entre líneas, referir lo mucho.
De esas 200 denuncias de hombres agredidos, referidos en el informe de la Fiscal Adjunta de San Cristóbal, hay que depurar las que son por defensa y hasta aquellas declaradas por los mismos agresores, para denunciar antes que la víctima, un dato dado por las Adjuntas con mayor preparación y cuidado.
Las Unidades o Fiscales Adjuntas/os para las víctimas y agresores de este tipo de violencia al hacer informes para la prensa, deben aclarar la característica de unilateralidad de la violencia machista, como relevante, tal como es exigido en otros países y de acuerdo a la comunidad internacional estudiosa del fenómeno de la violencia contra la mujer,
En la República Dominicana y en el mundo, las cifras de mujeres muertas por el solo hecho de ser mujeres, es escandalosa y en la región, como país solo tenemos El Salvador y Guatemala, por encima en la cantidad de feminicidios, el primero, con 405 para el 2009 y el segundo, con 783 para el mismo año pasado, dato preocupante porque somos un país donde no han habido guerras ni períodos de enfrentamientos largos que establecen la «normalidad» de las respuestas violentas.
Todas las investigaciones dominicanas, incluyendo la del Ministerio de Interior y Policía, señalan una masculinidad dominicana violenta, que ha ido ampliando los escenarios y las maneras de maltratar y de matar a las mujeres, mientras se mantiene adherida a la tríada de la violencia machista: dominicanos que matan a otros hombres, a las mujeres y a sí mismos.
¡Por favor, no jueguen con eso!