Por Alberto Quezada
(quezada.alberto218@gmail.com).-
La situación delicada por la que atraviesa la Republica Dominicana a consecuencia de este fenómeno sanitario a escala mundial denominado Coronavirus o COVID-19, ha puesto de manifiesto el lado feo del alma humana.
De verdad, que no alcanzo a entender como en un momento de tanto dolor, incertidumbre y calamidad pública, un sector de la oposición política, dígase el Partido Revolucionario Moderno (PRM), salga a escena a mostrar los sentimientos más bajos.
¿Cómo en medio de ésta tragedia humana, en donde el sosiego, pie de plomo y cabeza fría deben primar, lo que salga a relucir de ese litoral sea la confrontación, la denuncia sin fundamento y la promesa incumplida?
Bien lo afirmó el autor de la estremecedora novela ¨La peste¨, Albert Camus,¨En las situaciones de crisis, sale a luz lo peor de la sociedad, pero también lo peor de los individuos y colectivos humanos: la insolidaridad, egoísmo, inmadurez e irracionalidad¨.
Acusar de supuestas irregularidades al ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, en las licitaciones de compra de materiales e insumos para enfrentar el COVID-19, sin ningún fundamento legal.
Ofrecer al pueblo dominicano cinco hospitales ambientados y equipados y luego instalar una carpa con abanicos. Tercero, ofrecen la entrega de 40 mil kits de prueba para combatir la pandemia y ahora sólo aparecen 2 mil y es en un almacén de una empresa privada.
La miseria humana no puede llegar a tanto, este país en el actual contexto de esta pandemia lo que necesita son hombres y mujeres visionarios, creativos y sensatos.
