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El Masacre se pasa a pie

El Masacre  se pasa a  pie

Jose Manuel Castillo

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El actual diferendo con el vecino y hermano Haití en las actuales circunstancias de crisis profunda que vive esa nación debe continuar manejándose con la mayor mesura posible. Pues, cualquier uso de la fuerza podría mal interpretarse como un exceso ante la gran debilidad de un Estado fallido. Lo que activaría la maquinaria de mentiras y especulaciones de los pseudoamigos del país caribeño. Y, bajo ese pretexto podrían complicarnos aún más la existencia. Aunque tengamos mil razones, nadie lo reconocerá, además de correr el riesgo de ganarnos las incomprensiones que a la postre afectarían la muy trabajada buena imagen país.

Ello nos convoca a recordar la histórica defensa país-soberanía nacional que enarboló el ex presidente Danilo Medina en el marco de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en La Habana Cuba en enero, 2014; cuando se pretendió vendernos como el apartheid del Caribe. Ahí estuvo la voz de la República en la persona del ex mandatario dominicano.

En nuestro caso particular, nos tocó una ardua gestión diplomática en defensa de nuestra imagen nacional, estrategia que desarrollamos en el marco de la “iniciativa mundial comunicación de política migratoria, propiciada por la Cancillería de la República”, en el contexto de la defensa de la sentencia TC/0168/13, promulgada por el alto Tribunal Constitucional, y que devino en el desarrollo del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, que implicó grandes sacrificios económicos para el país, con una inversión de más de Mil 600 millones de pesos.

Ello nos condujo a propiciar unas cuarenta reuniones todas documentadas desde la histórica ciudad de la Habana hasta el pulgarcito de América, con su nombre de redentor, El Salvador, procurando dar a conocer lo que llamamos documento de la verdad: En RD no hay apátrida.

Allí contamos con formidables equipos de trabajo en las respectivas misiones diplomáticas, y con la grata comprensión de los colegas, y más allá de expresidentes y ministros con los cuales interactuanos a los fines de sensibilizar respecto a la comprensión de nuestro orden y política migratoria que sin soslayar el irrestricto respeto a los derechos humanos consagra su espíritu soberano.

En el caso que nos ocupa actualmente, no se trata de ceder algún derecho, pero sí de obrar con inteligencia a fin de no atropellar lo que tanto esfuerzo nacional ha costado. Por ello, no se debe pensar en función de intereses coyunturales de gobierno, el tema es un asunto de Estado, que va más allá del presente, y, como tal debe ser tratado.

De ahí, la trascendencia de que el mismo se enfoque en función de las normas internacionales que rigen la materia, a fin de definir la mejor manera de aprovechar un bien parcialmente común, y, que nos permita concertar un buen acuerdo de beneficios mutuos, que implique profundizar nuestras relaciones bilaterales de buenas vencida, como siempre RD ha defendido.

Contamos con excelentes especialistas en materia hídrica lo que nos facilita armonizar una propuesta ecléctica que dé solución satisfactoria a la presente crisis generada por la referida obra hidráulica.

Por: José Manuel Castillo
embajadorcastillo@gmail.com

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