Carta de los Lectores Opinión

El narcotraficante

El narcotraficante

La historia de Pablo Escobar es tan asombrosa que ni los corridos, es decir, las canciones que alaban a los narcotraficantes o las narco-novelas han podido describir su asombrosa fama. Fue una figura tan mística, que lo igualaban con las figuras más populares de su época: el papa Juan Pablo II y el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan (1981-1989).

Fue uno de los hombres más ricos del mundo: tenía tanto dinero que una vez, para quitar el frío a su hija más pequeña, utilizó más de dos millones de dólares para hacer una fogata.

Sin embargo, la viuda de Escobar, Victoria Henao (Doña Tata) narró, en un programa de televisión, que cuando se casó con él, eran tan pobres que no tenían donde dormir ni donde vivir: Un amigo le regaló una cama y otro les permitió que viviera en su casa. Según ella, a Pablo se le tenía como el pobretón del barrio: Su padre era un simple celador.

Cuando se hizo multimillonario, recibió el apodo del personaje de la literatura y del cine, Robín Hood, que robaba a los ricos para dar a los pobres. La figura de Robín Hood se ha convertido en un símbolo de justicia y resistencia contra la opresión. Él y su banda robaban a los nobles corruptos. Después sentían una gran satisfacción, cuando distribuían su botín entre los hambrientos de Inglaterra.

El apodo de Robín Hood apareció por primera vez en la Revista Semana en un reportaje publicado el 19 de abril de 1983. Aquí un periodista narraba la cara de felicidad de los pobres, cuando Pablo Escobar les compraba medicamentos o les daba de comer. O, simplemente, los defendía del abuso de una autoridad corrupta y de cualquier pandilla peligrosa.

“Don Pablo es una especie de Robín Hood que despierta tanta excitación entre centenares de miserables que reflejan en sus rostros una súbita esperanza en medio de este sórdido ambiente”, dice el reportaje.

En la biografía que hace su hijo, Juan Pablo Escobar, afirma que su papá decía que ojalá él ser la reencarnación de Robín Hood para hacer más por los pobres. La obra de Juan Pablo Escobar fue titulada “Pablo Escobar, mi padre”.

Cuando Escobar fue diputado era tan idolatrado en el mundo entero, que las revistas y periódicos de la época se hacían eco de una encuesta que decía que las tres personalidades más populares y conocidos en el mundo eran el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, el papa Juan Pablo II y el colombiano Pablo Escobar.

Por: Roberto Valenzuela

El Nacional

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