Retired police officer Jeff (no last name given) fires a gun at the Ultimate Defense Firing Range and Training Center in St Peters, Missouri, some 20 miles (32 kilometers) west of Ferguson, on November 26, 2014. Paul Bastean, owner of the range, told AFP that business had grown as a result of anxiety about reaction to the jury announcement in the shooting death of 18-year-old Michael Brown. Typical sales of five to seven guns a day have risen to 20 to 30 in the last week, while gun-handling courses for November and December are fast selling out. Violence erupted in the St Louis, Missouri suburb for a second night on November 25 over the decision by a grand jury not to prosecute a white police officer for shooting dead Brown, an unarmed black teenager. AFP PHOTO/Jewel Samad (Photo credit should read JEWEL SAMAD/AFP/Getty Images)
La palabra sicario viene de la palabra latina: sica, ae. Significa en español cuchillo, puñal. El sicario es un asesino asalariado. Comete crimen por dinero, venganza, odio o alguna recompensa. Un caso, en investigación, es el perpetrado contra el pelotero David Ortiz.
El sicariato se usaba en la antigua Roma. Sicario significaba hombre-daga, pues “sica” es una daga pequeña, fácil de esconder para apuñalar a los enemigos políticos. En la actualidad es quien asesina por encargo. Con la ocurrencia de tan bochornosos y espeluznantes casos de sicariato, de horrendos crimines contra los humanos, se diría que las heces se les suben al celebro a los autores y a los que ordenan el crimen. Eso no se ve ni entre los animales más feroces.
La ONU informa que en América Latina hay unos 157 mil asesinatos al año y ocurren más de la mitad de los secuestros ocurridos en el mundo.
Los sicarios conforman un grupo que, según algunos autores, presentan una distorsión de la autoestima, especialmente los psicópatas, egocéntricos, hedonistas, megalómanos…; por eso a algunos les gusta brindar entrevistas a los medios de comunicación para aparentar celebridades criminales. Y muchos, después del crimen, asisten a los entierros para aparentar que no fueron descubiertos.
Las personas proclives al sicariato, al crimen organizado, que ha involucrado hasta niños sicarios, a la corrupción y a los diferentes actos delincuenciales, suelen ser: sin buena educación hogareña para desechar lo malo de lo bueno; con educación floja en valores; sin aprecio a la vida; niños engreídos, sin freno, con consentimiento desbordado, sin tolerancia ,con caprichos y actúan luego como adultos sin filtro en sus apetencias. Ademas: -Los más perversos no han tenido hogar o viven en ambiente turbulento e irrespetuoso.
-Su vida sin norte, sin sentido, sin temor a Dios, no han valorado su creación a imagen de Dios.
– Algunos actúan en resabio por las injusticias sociales.
– Muchos no han recibido ayuda ni orientación para estudiar, ni para aprender un oficio honrado como vehículo de subsistencia.
Perfil del sicario
Se observan rasgos comunes a los de algunos criminales. También usando el método deductivo se realiza análisis exhaustivo de la escena del crimen.
La citada tesis reporta que: “Al estudiar la personalidad encuentran cogniciones constantes entre las cuales está la justificación. Entre ellos se perciben a sí mismos como víctimas y creen que su padecimiento les justifica para matar a otros, como victimas furiosas y que ellos actúan así porque también fueron víctimas y padecieron a manos de otros.”
El estudio de la Universidad R. Sandivar refiere que para ser un sicario se deben tener las características de un psicópata, como suelen ser:
1. Ingratitud. Encanto por la gente, seductores, especial aparente amabilidad.
2. Calma y facilidad verbal. Poca sinceridad.
3. Falta de fiabilidad, no se puede confiar en ellos.
4. Descuido de obligaciones, ningún sentido de responsabilidad.
5. Sin sentimiento de culpa, sin remordimiento ni vergüenza por lo que hace.
6. Conducta antisocial inadecuadamente motivada, impulsividad inexplicable.
7. Juicio pobre, incapacidad para aprender de las experiencias, lo que los hace caer y volver a caer en los mismos errores. (En RD se observan casos de reos liberados que reinciden en delitos).
8. Egocentrismo patológico, se sienten dueños del mundo, pobre capacidad para amar.
9. Pobreza general de emociones profundas y verdaderas.
10. Incapacidad de verse a sí mismo.
11. Conducta fantástica después de beber o drogarse.
12. Vulgaridad, rudeza, cambio de estado de ánimo muy brusco.
13. Vida sexual impersonal, trivial y pobremente integrada.
Entre las causas de tipo social para que una persona se involucre o motive para ingresar al sicariato están:
Vinculación a pandillas, necesidades de estatus o poder, bajo nivel socio-económico y falta de oportunidades para satisfacer las necesidades básicas.
A grandes rasgos se diría que en sicariato y otras modalidades delictivas influyen las injusticias sociales, la exclusión, la marginación y la ambición de algunos de acaparar sin control hasta lo que podría aliviar la situación a muchos…, aunque en ningún caso se justifica el sicariato ni ningún delito.
Otra tesis interesante en esta temática es: “Estudio de caso: una mirada compleja al sicariato” por Diana Díaz M, John E. Mantilla y Juan S. Rodríguez de la Universidad Santo Tomás de la Facultad de Psicología de Bogotá.
Esta tesis reporta, entre otras cosas, que una persona condenada por delito no recibe las atenciones adecuadas como interno en los establecimientos penitenciarios. Esta es una queja constante en República Dominicana.
El autor es profesor de la UASD.
