Santo Domingo.- El polvo del Sahara es transportado desde África hacia el océano Atlántico a través de las ondas tropicales que se forman en el verano y que recorren miles de kilómetros mar adentro, hasta llegar a las costas dominicanas.
El mismo arrastra una serie de nutrientes, ya sea por el Atlántico o por el Caribe, los cuales sirven como fertilizantes para bosques y zonas agrícolas.
Ya en el océano, dichos nutrientes son trasportados por los vientos alisios, una corriente de aire que sopla desde las regiones subtropicales hacia el ecuador.
El viento que entra al mar por la zona del Archipiélago de Cabo Verde es el que arrastra mayor cantidad de nutrientes, debido a que penetra por una zona más húmeda.
Muchos de esos nutrientes que integran el polvo de Sahara se depositan en el Valle del Cibao y fertilizan los campos agrícolas de la zona.
Esa es una de las razones que explican por qué el Cibao (zona de República Dominicana) es un lugar tan rico en el ámbito agrícola.
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Enfermedades
Pero este polvo también arrastra enfermedades, principalmente hacia la zona del Caribe, debido a que por allí se transporta el que entra por la parte más cálida del desierto.
El polvo más útil contiene hierro y fósforo, que sirven para fertilizar áreas agrícolas. También funciona como un factor inhibidor de nubes, por lo que su presencia limita la lluvia, en su zona de influencia.