DETROIT — A veces, la medida de un buen lanzador no es cómo lidia cuando está en la cima de su juego, sino cómo lucha cuando no lo está.

La cuarta entrada de Luis Severino el miércoles por la noche fue un sólido ejemplo de esto último. Y considerando las dificultades ofensivas de los Yankees en los últimos tiempos, su regreso a la rotación no podría haber llegado en mejor momento.

“No tenía su mejor material, necesariamente, pero creo que navegó muy bien”, dijo el manager Aaron Boone luego de la victoria por 5-3 contra los Tigres en Comerica Park. “Hizo lanzamientos realmente grandes. Y pienso que terminó muy bien”.

Tres aperturas y 13 entradas en la temporada 2022, Severino tiene marca de 1-0 con efectividad de 2.08. Más importante aún, él y el resto de los brazos, que colectivamente han lanzado con una efectividad de 2.52, la mejor de la Liga Americana, están demostrando ser más que capaces de mantener el fuerte y limitar el daño hasta que la ofensiva se recupere.

“Mi mentalidad era darle a mi equipo la oportunidad de ganar”, dijo Severino. “Mantener el juego cerca. Sé que cuando no tengo mi mejor material, aún puedo superar una alineación. No voy a conseguir 20 ponches o algo así, pero, ya sabes, puedo manejarme para pasar cinco o seis buenas entradas”.

De los siete hits que Severino esparció en sus cinco entradas, solo uno fue para extra bases: un doble de Jeimer Candelario para abrir la parte baja de la segunda entrada. Candelario anotó la primera carrera del juego dos bateadores después, pero si los Tigres pensaban que Severino estaba empezando a desmoronarse, se iban a llevar una decepción.

No lo olvidemos, este es el mismo tipo que hace solo 11 días hizo su primera salida desde 2019. Si hay óxido, Severino seguramente debería haber tenido algo.

La forma en que trabajó la cuarta entrada sugirió lo contrario.

Severino primero se vengó de Candelario, quien rolateó al campo corto en la primera oferta que vio. Luego vino Miguel Cabrera, quien se encuentra a solo uno del hito de los 3,000 hits después de un trío de sencillos el miércoles. Cabrera luchó por siete lanzamientos antes de chocar el octavo por el medio.

Un turno al bate de siete lanzamientos contra Víctor Reyes terminó en un sencillo, luego Spencer Torkelson recibió base por bolas en seis lanzamientos para llenar las bases y provocar una visita al montículo. Todavía quedaba uno fuera.

Sin embargo, Severino cavó profundo, enfrentándose a Harold Castro durante nueve lanzamientos, el turno al bate más largo de la noche para ambos lados. Cuando Castro finalmente pegó una línea al campo corto, hubo un indicio de rebote en el paso de Severino. Al parecer, había doblado la esquina de la noche, y lo demostró al despachar al receptor Tucker Barnhart en tres cuatro costuras consecutivas que alcanzaron un máximo de 97.3 mph.

Entonces definitivamente llegó el momento de celebrar para Severino, quien se golpeó el pecho y rugió mientras bajaba corriendo de la colina, con la cabeza en alto.

“Eso fue realmente enorme para nosotros”, dijo Severino. “Teníamos las bases llenas allí y cualquier cosa puede pasar en esa situación”.

Severino enfrentó solo a seis bateadores en el marco, pero necesitó 34 lanzamientos para hacer el trabajo, superando un turno al bate de nueve lanzamientos y otras dos batallas extendidas de ocho y siete lanzamientos. Todo eso, aferrándose a una ventaja de 2-1 para un equipo de los Yankees que ha tenido siete de 12 juegos esta temporada decididos por dos carreras o menos y está 26 en la MLB en bases totales con corredores en posición de anotar.

Boone pensó que Severino se había ganado el derecho de salir para el quinto, pero admitió que su titular estaba bajo control. Severino recompensó la fe de su patrón con un par de ponches que dieron lugar a un breve salto para terminar con una nota alta.

“Pienso que fue su mejor entrada”, dijo Boone. “Entrega realmente limpia. Ya sabes, terminó con la parte superior del orden, pensé, lanzando la pelota muy bien para terminar fuerte. Hizo grandes lanzamientos cuando los necesitaba esta noche y nos dio lo que necesitábamos”.