Opinión

“El ungido”

“El ungido”

En nuestra accidentada historia republicana, más daño han hecho los mandatarios que creyéndose “ungidos” e imprescindibles, buscan la reelección, que aquellos que atendiendo a las circunstancias han renunciado a la posición. La Constitución es clara y establece los pasos a seguir: En ausencia del Presidente, corresponde ocupar el cargo al Vicepresidente, sino al Presidente de la Suprema Corte de Justicia.

La primera renuncia de un presidente fue la de Pedro Santana. A este siguieron algunos otros no menos conocidos como: Ulises Francisco Espaillat, Francisco Gregorio Billini, Juan Isidro Jiménez, el arzobispo Nouel. Más recientemente, Francisco Caamaño, García Godoy, y Joaquín Balaguer quien renunció durante una campaña electoral y luego dos años antes de finalizar el periodo presidencial.

Aun sea “ungido por el voto popular” cualquier funcionario público —incluyendo al Presidente— que viole la Constitución y las leyes, está sujeto a ser sometido a la justicia. Lástima que en nuestra democracia “mi Congreso” ni la Justicia cumplan con su papel de delimitar los poderes del Ejecutivo. En cualquier otro lugar, en un caso como el de Odebrech, el Presidente hubiese sido interpelado y llevado a juicio.

Después de las fraudulentas elecciones de 1990, Juan Bosch, llamó a la movilización popular bajo la consigna “Que se vaya, ya”. Balaguer ignoró este reclamo y continuó con su despótico mandato. Dada la vergonzosa corrupción estatal, el pueblo mantiene sus justas demandas con las marchas. Es muy probable que si mañana llamáramos a elecciones, Danilo quedaría muy lejos de ser “ungido” con el favor del voto.

El presidente de la Junta Central Electoral, con sus apocalípticas declaraciones, dejó entrever que desconoce las leyes del país y que no es una persona neutral para organizar elecciones. Eso de que caerá una maldición eterna para aquellos y sus descendientes que por medios civilistas están pidiendo la renuncia del “ungido Presidente” no es más que un ridículo exabrupto trujillista. ¿… Donde firmo?

El Nacional

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