El ingeniero Eligio Jáquez, actual cónsul en Nueva York, es un veterano político que ha demostrado capacidad gerencial en los diversos puestos que desempeñó en la administración pública, un rol que desarrolla con gran actitud y aptitud en sus funciones consulares, donde se ha conectado con la gran comunidad residente allí, prestándole los servicios necesarios que requerían prontitud y eficacia.

Desde la Ciudad de los Rascacielos, no se ha oído en el país ninguna queja de Eligio, pues atiende con presteza cualquier solicitud de los ciudadanos para realizar u obtener cualquier documento personal inherente a los actos de su vida civil, tanto en en territorio estadounidense y en la República Dominicana, en un tiempo breve por la urgencia de muchos casos que llegan a la oficina bajo su responsabilidad.
Al asumir el cargo, lo primero que hizo fue reducir los precios de la renovación de pasaportes a 125 a dólares a los de vigencia por 6 años y a 200 dólares a los 10, al tiempo que bajó sustancialmente el costo del procedimiento en la adquisición de la doble nacionalidad, así como en la confección de documentos y poderes que son expedidos.

El ingente trabajo de Eligio Jáquez no se enmarca dentro del marco burocrático, sino que trasciende y penetra a los diversos componentes de la diáspora dominicana, promoviendo al país como receptor de inversiones en los diversos renglones de la economía nacional, y garantizando la existencia de la paz social, lograda por el presidente Luis Abinader, quien exhibe uno de los gobiernos más democráticos del país en las últimas décadas de la historia contemporánea.

Su apoyo permanente a los clubes culturales y ferias del libro, podrían calificarse como uno los estandartes principales de su gestión consular, haciendo sentir la sede de Nueva York en todos los cimientos literarios de la gran manzana, donde hay presencia de inmigrantes criollos con su recocida vocación de trabajo y su interés por desarrollar valores a través de instituciones creadas con esos fines.

La hoja de servicios al país de Eligio es impecable desde que fue diputado, pasando por la dirección del IAD y el ministerio de Agricultura, destacandose allí como un verdadero líder del sector agropecuario, una impronta que aún mantiene, pues sus vínculos con los sectores productivos del campo son muy sólidos, puesto que nunca ha renunciado a su condición de productor agrícola.