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Embarazo infantil

Embarazo infantil

Susi Pola

Empezamos abril, declarado como el Mes de Prevención del Abuso Infantil mediante el Decreto Ejecutivo no. 98-98firmado el 11 de marzo de 1998.

Este artículo, presentará datos sobre embarazos de las niñas y adolescentes, tomados del informe: “Sentí que el mundo se venía abajo: Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos de las adolescentes en la República Dominicana”, publicado en junio de 2019.

Datos de Salud Pública muestran que el 20,5 por ciento de las niñas y mujeres jóvenes, de 15 a 19 años, en R. D. quedan embarazadas en la adolescencia. La mayoría son embarazos no planeados ni deseados.

La ley castiga totalmente el aborto, creando un temor generalizado y empujando al aborto clandestino, obligando a las mujeres y las niñas a recurrir a medidas inseguras para poner fin a los embarazos no deseados.

La tasa más alta de embarazo en menores en la región, es la de R. Dominicana, 100.6 por 1000, mientras la de Honduras, también entre las más elevadas, es de 68.4 por 1000.

Nos encontramos, así, bajo escrutinio internacional sin proporcionar una educación sexual, científicamente precisa y basada en los derechos, en las escuelas. En 2015, las autoridades anunciaron planes para incorporarla en el currículo nacional, pero la Junta Nacional de Educación no ha aprobado el nuevo enfoque para que pueda implementarse en todo el país.

Las principales causas relacionadas con la deserción escolar son el embarazo, el cuidado infantil y la inserción laboral. Más de la mitad de las madres adolescentes (52%) tiene como actividad principal los quehaceres del hogar.

El embarazo precoz conlleva graves riesgos para la salud de las madres jóvenes y sus bebés. Algunas de las entrevistadas sufrieron complicaciones durante el embarazo o el parto, que resultaron en la muerte de los bebés.

Las estudiantes embarazadas a menudo pasan dificultades para continuar su educación. Para otras es simplemente imposible.

Algunas, enfrentaron actitudes discriminatorias por parte de maestros/as o administradores/as escolares, por lo que abandonaron la escuela durante el embarazo o después del parto. Algunas nunca regresaron.

En estos momentos en que el Congreso dominicano se mueve entre el atraso por la dependencia de los temores políticos y la necesidad de respetar los derechos fundamentales de las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres, es importante mantener estos datos para hacer las cosas democráticamente bien.

La República Dominicana debe despenalizar el aborto, implementar planes para proporcionar una educación integral en sexualidad en las escuelas y abordar otras barreras que ponen en peligro los derechos sexuales y reproductivos de las niñas.

Por: Susi Pola
susipola@gmail.com

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