Santo Domingo.- El empresario y distribuidor de bebidas alcohólicas, José Miguel Peña (Coca Cola), calificó de preocupante el alto número de personas que han perdido la vida a causa del alcohol adulterado y recomendó al gobierno aunar esfuerzos para restablecer el comercio de bebidas a bajo costo.

El empresario sostuvo que la salida del mercado de las bebidas como las llamadas “beeper” y otras marcas de bajo costo, ha provocado que los desaprensivos buscaran alternativas no saludables para suplir el producto»

Manifestó que está situación está afectando directamente al gobierno y a los productores certificados y legales, ya que con la falsificación de sus marcas de bebidas registradas y la introducción de alcoholes dañinos para la salud, se está generando un temor en la población que afecta la demanda, y por tanto reduce la producción, el empleo y los aportes tributarios a la economía del país.

Sostuvo que, es lamentable el número de muertos por los efectos del alcohol adulterado en lo que va de mes superen los fallecidos a causa del Covid-19, mientras las medidas que adopta el gobierno no están resultando suficientes para erradicar esta práctica, por lo que debe desarrollar un plan de mayor participación de las instituciones estatales y de la sociedad.

El empresario Peña habló al ser entrevistado en el programa Los Defensores que conducen los comunicadores Noemi Herrera, Nelson Gómez y Roberto Gómez, que se difunde por el canal 6, Canal Del Sol, sostuvo que el gobierno y los empresarios del sector deben diseñar e implementar una campaña de concienciación para educar a la ciudadanía cómo enfrentar y evitar esta crisis de salud pública.

Peña insistió que el gobierno, debe apoyar a los productores locales, con medidas que incentiven a producir bebidas de bajo costo que sean accesibles para los consumidores de menores ingresos.

Además argumentó que hay que educar a la ciudadanía para que aprendan a identificar los productos adulterado a la hora de comprarlos, al tiempo que reconoció que esta es un problemática mundial, que se agudizó la escasez de botellas de cristal por el cierre de las grandes industrias de botellas por los efectos de la pandemia, y eso ha afectado también a los productores cerveceros.