Enero es un mes glorioso en la historia dominicana, no solamente por el nacimiento de Juan Pablo Duarte, cabeza de Los Trinitarios,Fundadores de la República, y mes en que además de ese recuerdo glorioso, fue en el mes que se dió a conocer el Manifiesto o Proyecto escrito por Francisco del Rosario Sánchez, con fecha 16 de ese mes 1844, documento que fue enviado a petición de Ramón Matías Mella, a Tomás Bobadilla para su corrección; Enero es también glorioso porque en el ofrendaron sus vidas, un grupo de jóvenes que eran comprometidos con Francisco A.
Caamaño Deñó encabezado por Amaurys Germán Aristy, muertos en combate con el apoyo, de aviones de la fuerza aérea de los Estados Unidos de Norteamérica, que son expresiones incuestionables e indiscutibles de la valentía y disposición de morir en combate en defensa de sus ideales y con intención de hacer más desarrollado, próspero e independiente al Pueblo dominicano.
Enero de 2024, encuentra a la Nación dominicana en un confuso proceso de desorganización, impuesto por la incapacidad y conocimientos de la política administrativa del Estado, del Partido Revolucionario Moderno.
Nos conmueve profundamente leer todos los días todos los periódicos matutinos y vespertinos, que el más importante es El Nacional y escuchar en radio y ver en televisión los programas que se transmiten, a todas horas del día y de la noche, reportando no solamente los trágicos accidentes de automovilistas y motoristas y también de vehículos pesados, como patanas con trailers y guaguas que viajan de un pueblo a otro. ¡Que desordenmás grande! se impone en nuestro país, al que se suman otras realidades que ponen en peligro, inclusive, la existencia del Estado dominicano.
Esa realidad que es el problema haitiano, no tiene solución visible aunque se publique en los periódicos que se ha iniciado un proceso de conversación, con el “Conglomerado Humano”, como llamó Juan Bosch, el Gran Maestro Político Dominicano y de América, a Haití ya que en ese escenario donde hay cerca, nadie sabe, de 10 millones o más de habitantes no hay nada que se pueda resolver sino es por la decisión invariable de los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Francia y desde luego con el respaldo de los Organismos Internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), o la mal recordada irisible Organización de los Estados Americanos (OEA).
Esa realidad que vivimos todos los días, no tiene para el pueblo dominicano ninguna solución que mantenerlo después de esa frontera, que hay que defender y convertirla en términos reales en tránsito no permitido de los que quieren salir huyendo de Haití.
Recibamos a Enero como hemos dicho, como un mes glorioso de nuestro pueblo, aun con los episodios de tragedias en las que sacrificaron sus vidas jóvenes dominicanos que tenían en sus memorias y sus recuerdos a Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, y aquel otro y lejano Génesis y Prócer del pueblo, de la nación, el indómito Cacique del Bahoruco Enriquillo y tuvieron también presente no solamente a los fundadores de la República, sino también a los Próceres y Héroes de La Restauración que se inició el 16 de Agosto 1863 y culminó con la derrota de los ejércitos españoles, que habían sido combatidos en respuesta a la traición de Pedro Santana. Enero, primer mes del año recoge parte de la herencia del valor, de la decisión y el patriotismo del pueblo dominicano: “Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe”