Opinión

ENFOQUE SEMANAL

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Ningun juez de la Suprema va a renunciar

El trabajo más difícil del mundo es el de impartir justicia, ya que al haber siempre dos partes en disputa, la que resulta perjudicada por el fallo del magistrado siempre hallará motivos para criticarla y calificar al juez encargado del caso de parcializado, venal o corrupto.

El caso lo traemos a colación ante la gran polvareda que han levantado, los politiqueros de turno, a propósito de la sentencia del juez instructor especial y magistrado de la Suprema Corte de Justicia, doctor Alejandro Moscoso Segarra, quién sancionó con un Auto de no Ha Lugar, el sometimiento Hecho por el Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, contra el senador peledeista por San Juan de la Maguana y anterior director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado, Félix Bautista, por alegada corrupción y enriquecimiento ilícito, llegando algunos abogados incluso a pedir no solo la renuncia del magistrado actuante, sino la de todos los jueces de la Suprema Corte de Justicia.

No somos personas de salir huyendo a los problemas, y por el contrario somos magistrados electos para un período constitucional, el cual concluiremos a toda costa, pues nadie está cansado, y por el contrario hemos llegado al máximo tribunal con el entusiasmo de trabajar, deseo que no se nos ha quitado ni se nos va a quitar, aseguró el Vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Julio César Castaños Guzmán Castaños Guzmán.

Por eso un magistrado de la estatura del licenciado Castaños Guzmán, digno descendiente de ese monumento a la probidad que fuera el fenecido ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctor Julio César Castaños Espaillat, tenía que pronunciarse con la responsabilidad que lo ha hecho.

Castaños Guzmán, quien fuera presidente de la Fundación Institucionalidad y Justicia, advirtió que la parte que se siente perdidosa en un litigio, lógicamente tiene y puede , como un buen acceso a la justicia, la posibilidad de apelar la sentencia con la cual está en desacuerdo, y para esto están los recursos, incluso ante el Tribunal Constitucional.

Castaños Guzmán calificó como muy difícil, sobre todo tomando en cuenta que se trata de un caso constitucional, que el asunto termine con una sola decisión, por lo cual todo este escarceo y y esta intranquilidad que ha generado dicha sentencia, aún no ha terminado.

Dada la experiencia y la humildad con que el doctor Germán Mejía desempeña sus delicadas y altas funciones como presidente de la Suprema Corte de Justicia, hombre serio, trabajador y dedicado de corazón a que las cosas salgan bien, como apuntó el doctor Castaños Guzmán, argumentando que las decisiones de la Suprema Corte de Justicia se bastan por si mismas y no necesitan que se les defiendan, las aguas finalmente buscarán su nivel y el descargo del senador Bautista se mantendrá incólume, agregamos nosotros.

Y hasta el próximo domingo, con más Jerez y más Whisky.

El Nacional

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