Infame y afrentosa
Amnistía Internacional, con la afrentosa acusación de que el Estado dominicano acoge y promueve políticas migratorias racistas, se une al coro de funestas voces que presionan para que República Dominicana se involucre en la crisis haitiana y asuma una cuota de sacrificio que pondría en grave peligro su estabilidad, gobernanza y propia soberanía.