El anuncio hecho por el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, de entregar la propiedad de la Central Termoeléctrica Punta Catalina a un fideicomiso, es la vía para regalar esta empresa a las familias oligárquicas del país.
Desde enero de este año las familias más ricas del país crearon una canasta de US$1,200 millones para constituir un fideicomiso en el cual se depositarán las acciones de Punta Catalina, que pasarán a ser manejadas por la fiducia de este fondo que estará bajo el absoluto control de estas familias.

En la mañana del lunes, 11 de enero, nos reunimos con el presidente del Consejo Económico y Social, CES, Rafael Damares Toribio Domínguez, para informarle que se utilizaría la firma del Pacto Eléctrico para legitimar el regalo de Punta Catalina a estos grupos económicos por medio de la figura del fideicomiso.

A través de la figura del fideicomiso se estará entregando Punta Catalina, que costó alrededor de US$4 mil millones, a los más ricos del país sin que aporten un solo centavo, porque los US$1,200 millones que colocarán en el fondo fiduciario continuarán siendo propiedad de ellos y no pasarán al patrimonio público.

El fondo fue constituido bajo la asesoría de las consultoras estadounidenses Stanley Consultants y Manatt, estrechamente asociadas a los actos cuestionados en el proyecto de construcción de Punta Catalina.
El fideicomiso que ha sido organizado bajo la asesoría de Stanley Consultants y de Manatt, es una vía de privatización del patrimonio público aún más ruin y corrupta que la venta de una parte del capital de la termoeléctrica.
Bajo la apariencia de continuar siendo Punta Catalina una empresa pública, en realidad será cedida a estos grupos sin que inviertan un solo centavo en la central y sin pagar nada por ella.

El país completo debe oponerse a este robo contra el pueblo dominicano que pagó con los impuestos y con el ahorro de la factura petrolera la construcción sobrevaluada de Punta Catalina.

Todo el pueblo debe movilizarse en defensa del patrimonio público que el Gobierno del PRM de Luis Abinader intenta pasar al sector privado, continuando la política económica neoliberal de la pasada administración de Danilo Medina.
El regalo de Punta Catalina es un acto tan criticable como los cometidos por el Gobierno de Danilo Medina, aunque esté cubierto cínicamente bajo el manto de una legalidad amañada y fraudulenta.

Por: Enrique de León