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FUTBOL SOLO FUTBOL

FUTBOL SOLO FUTBOL

Jorge Rolando Bauger

Taquito y Gambeta, pasado del fútbol

 

Si por una u otra razón los futbolistas sentimos la necesidad de disfrutar de los recuerdos de la vida, nada más apropiado y poético que escuchar el tema del ‘Salmon’, de Andrés Calamaro.
Este icono del rock argentino, ferviente amante del fútbol, compuso un tema titulado ‘Taquito y Gambeta’ el que, además de un tener un ritmo contagioso y melódico, o sus letras describen un pasado reciente de manera magistral.

Eran otros tiempos, era otra la historia.

No había medallas, solo hambre de gloria.

Solo se jugaba por la camiseta…

Si bien es cierto que no debemos amarrarnos al pasado para no amargar nuestro presente y arruinar nuestro futuro, no es menos cierto que recordar con añoranzas y alegría momentos que el fútbol nos ha permitido vivir, nos permite confesar nuestro agradecimiento a la vida.

Este prolongado preámbulo obedece al encuentro que sostuvimos en el restaurante Tiro Libre de nuestro amigo Santiago Méndez.

Su oportuna iniciativa produjo un reencuentro entre los que en su momento formamos parte del equipo capitalino denominado Inter.

El nombre del conjunto hacía alusión a que estaba compuesto por practicantes de fútbol de muy diversas nacionalidades: Italianos, franceses, colombianos, franceses, uruguayos, haitianos, alemanes, peruanos, chilenos, argentinos y también jóvenes dominicanos como Juan Trinidad (Coraje), Andrés Barrientos, Luis Cornelio y ‘Guillo’ Rodríguez, el mocano, entre los más destacados.

En torno a buena comida y excelentes quesos, el tema ÚNICO fue el fútbol y, sin proponerlo, los recuerdos fueron hilvanando otros recuerdos, mientras las horas corrían sin darnos cuenta.

Al final, porque todo lo bueno tiene un final, se nos ocurrió oportuno escuchar los criterios de los contertulianos acerca de esa la etapa del fútbol que vivimos, jugamos y gozamos, de la década de los ochenta.

El siempre alegre Eduardo Mejía acotó que fue de los mejores cabeceadores que he visto, dijo que antes prevalecía el amor puro y sano por el juego y se disfrutaba enormemente.

El eterno Ángel Baliño, presidente del Atlético Barcelona, recordó que “en el INTER jugábamos con enorme coraje, total entrega y muchas ganas.

El habilidoso colombiano Luciano Ramírez, quien marcó una época en el equipo de la UASD, dijo que fue una etapa romántica “y jugábamos por amor a la camiseta, que por cierto eran de poliéster de mala calidad”.

Por otra parte, Quique Galván, el peruano, visiblemente emocionado expresó que recordar ese pasado es como renacer.

El siembre joven Profesor de natación y buen futbolista, Guillermo Castañeda, dijo que en ese entonces se daba todo a cambio de ninguna retribución, solo por el placer de compartir sana amistad. Y el siempre educado Jean Lin Leurent, (Fromage de France) recordó la fortaleza de la amistad.

Entre copas y recuerdos mencionamos con tristeza aquellos que ya no están, como Mario Bachi, Roberto Jiménez y Norberto Di Vietro. La tecnológica nos permitió ver y saludar a Miguelín, (El payaso) que vive en Miami.

Para los futbolistas, el recuerdo es el único paraíso del cual no pueden expulsarno.

El Nacional

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