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Futuro presidente de Brasil lidiará con el Congreso más fragmentado del mundo

Futuro presidente de Brasil lidiará con el Congreso más fragmentado del mundo

Foto bbc.com

Río de Janeiro, (EFE).- El próximo presidente de Brasil, ya sea el ultraderechista Jair Bolsonaro o el socialista Fernando Haddad, tendrá que lidiar con el Congreso más fragmentado del mundo, con 30 partidos representados y sin ninguna formación que cuente con más del 12 % de los votos.

“Cualquiera que sea el vendedor tendrá poco apoyo en el Congreso, una elevada oposición, la necesidad de ofrecer concesiones para atraer aliados y grandes dificultades para lograr el apoyo mayoritario de los legisladores a sus iniciativas”, dijo a Efe el analista Antonio Augusto de Queiroz, director de Documentación del Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria (Diap).

Las ya difíciles relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo en Brasil aumentaron tras las elecciones legislativas del 7 de octubre pasado, en las que el número de partidos que estarán representados en la Cámara de Diputados a partir de febrero próximo subió desde 25 hasta 30 y en el Senado desde 15 hasta 20, ambas cifras récord y las mayores del mundo.

Como consecuencia de esa fragmentación, ninguno de los partidos tendrá fuerza suficiente para aprobar un proyecto de ley, que exige mayoría simple (257 de los 513 diputados y 41 de los 81 senadores), y mucho menos una enmienda constitucional, que exige respaldo de tres quintas partes (308 de 513 diputados y 49 de 81 senadores). Y los programas de Gobierno tanto de Bolsonaro, el más votado en la primera vuelta de las presidenciales con el 46 % de los votos y favorito para la segunda vuelta con el 59 % en los sondeos, como Haddad, que obtuvo el 29 % de los votos y obtendría el 41 % de los apoyos, dependen de enmiendas constitucionales que consideran esenciales.

Haddad, el sucesor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en la contienda presidencial, cuenta con ventaja ya que el Partido de los Trabajadores (PT) tendrá la primera fuerza en la Cámara, con 56 diputados frente a los 69 que tenía, es decir el 10,9 % del total.

La formación que presentó a Bolsonaro, el minúsculo Partido Social Liberal (PSL), será la segunda formación tras haber conseguido elevar su representación en la Cámara desde uno hasta 52 diputados, con lo que suma el 10,1 % del respaldo.

La situación en el Senado es peor ya que el PT contará con sólo seis representantes y el PSL con cuatro. “Teniendo en cuenta a sus naturales aliados tanto a la izquierda como a la derecha, Haddad y Bolsonaro tendrán cada uno el respaldo en el Congreso de cerca de 130 diputados y de diez senadores, aún insuficiente para aprobar cualquier cosa”, según De Queiroz.

De acuerdo con el analista, cada uno tendría el apoyo de 130 diputados y la oposición de 130 legisladores en la Cámara baja, por lo que tendría que negociar el respaldo de parte de los 253 y 61 senadores que pertenecen a partidos independientes y de centro para conseguir aprobar cualquier iniciativa.

“Cualquiera de los dos va a tener que negociar con el ‘Centrao’ y eso tendrá un alto costo burocrático e ideológico”, explicó en una referencia a un grupo mayoritario de partidos clientelistas de centro que se declaró neutro para la segunda vuelta. Ante tales dificultades, Haddad avisó que pretende gobernar con el frente parlamentario más amplio posible de partidos demócratas y que está dispuesto a hacer concesiones en su programa para organizar una coalición que le garantice la gobernabilidad.

Bolsonaro, por su parte, dejó claro que no pretende negociar con los partidos y que espera recibir el respaldo de los parlamentarios de las llamadas bancadas BBB, una referencia a legisladores que defienden intereses corporativos de los hacendados (buey), las iglesias evangélicas (biblia) y militares y policías (bala). Tan sólo el grupo que defiende los intereses de los grandes productores rurales contaba en la Legislatura pasada con 218 diputados y 18 senadores.

La influencia de estas bancadas creció significativamente en las pasadas elecciones, por lo que se prevé que la próxima legislatura estará volcada a una línea conservadora. El ultraderechista, que ha recibido el apoyo explícito de los integrantes de estas bancadas, asegura que tiene el respaldo en la Cámara de Diputados de al menos 350 legisladores. EFE

El Nacional

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