La educación básica es obligatoria, pero frente a los traumas que se generan con la apertura del año escolar la diputada Selineé Méndez ha tenido la valiosa iniciativa de proponer un proyecto de ley que contemple sanciones a los responsables de que estudiantes queden fuera de las aulas.
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Por las dificultades para inscribir a los hijos y muchas otras razones cientos de niños, según la legisladora de Fuerza del Pueblo, quedan cada año sin matricularse en las escuelas. Y no pasa nada porque no existen sanciones para quienes por negligencia, incompetencia u otras razones propician esa situación.
El proyecto, por su trascendencia, debe ser ponderado, además de que satisface profundamente que el derecho a la educación sea una preocupación de jóvenes legisladores que tienen tanto que aportar al desarrollo político, social y económico del país.