¿Por qué soportan la violencia?
El Centro de Estudios de Género de INTEC y Plan Internacional han elaborado una serie de cartillas educativas para orientar a la población sobre el grave problema de la violencia intrafamiliar (física, sexual, psicológica y económica) que afecta a una inmensa cantidad de mujeres, quienes permanecen viviendo con hombres que las maltratan y abusan de ellas.
Una de las referidas cartillas responde a la pregunta: ¿Por qué muchas mujeres soportan la violencia en su relación de pareja?, con las siguientes respuestas:
1. Miedo a la soledad y al juicio social. Desde pequeñas, a las mujeres se nos ha inculcado la idea de que nuestra felicidad y éxito en la vida depende de si tenemos un hombre al lado. Esto nos lleva a evitar poner fin a la relación de violencia, con tal de no quedarnos solas y de que no se nos juzgue como fracasadas.
2. Idea equivocada de lo que es un buen hombre. Nos han enseñado equivocadamente que el hombre que nos demuestra que está celoso es porque nos quiere. También hemos aprendido que el hombre de verdad es duro y agresivo. A veces llegamos a decir expresiones como no me gusta el hombre mamita, cuando vemos conductas de hombres que no tienen un comportamiento posesivo y violento.
3. Idea equivocada de lo que es el amor. Muchas religiones predican la falsa idea de que el amor es igual a sufrimiento y que tenemos que aguantarlo todo en nombre del amor.
4. Miedo de ser culpada. A menudo tenemos temor a que se nos culpe por romper el hogar o la familia, aunque, en realidad, lo que destruye el hogar o la familia y la relación de pareja es la violencia que se ejerce contra nosotras y contra los niños y niñas.
5. Reducción de capacidad para actuar. Cuando una mujer lleva mucho tiempo sometida a la violencia, se reducen sus capacidades para identificar el peligro y para romper este círculo vicioso. Le cuesta tomar decisiones, se le dificulta identificar el riesgo que está corriendo y no es capaz de hacer nada para ella misma.
6. Piensan que el agresor cambiará. Por estos motivos, y a pesar de las agresiones, algunas mujeres no han dejado de querer a su pareja y no soportan la idea de dejarle. En cambio, confían en que algún día él cambiará. Sin embargo, está demostrado que, sin un proceso dirigido, los agresores no cambian.
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