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Gobernar es educar

Gobernar es educar

Ramón Rodríguez

El lema bolchevique de “Paz, Pan y Tierra’’ resumía todo el sentir del pueblo ruso en un momento dado. En el año de 1971, la primera ministra de la India, Indira Gandhi, enfrentó una de sus peores crisis políticas: sus opositores gritaban: ‘’Indira Hatao’’ desháganse de Indira y ella respondió magistralmente: ‘’Garib Hatao’’ ‘’ Desháganse de la pobreza’’ y eso le bastó para barrer en las elecciones.

El tema de la pobreza es interminable, pero el presidente chileno del partido radical, Pedro Aguirre Cerda, en su famoso discurso de 1939, puso el dedo en la llaga: Gobernar es educar.

Aunque las Naciones Unidas han estado enfocadas en reducir la pobreza extrema y utópicamente a erradicarla en el 2030, pienso que en nuestro país, el tema a debatir es: ”El sistema educativo en la República Dominicana”.

Duele saber que el 62.3 por ciento de nuestros niños, no pueden leer ni entender un texto simple. El problema es complejo y siempre tendremos que incriminar a quienes destruyeron el sistema hostosiano. Eugenio María de Hostos siempre profesó, que el primer paso en la educación, era formar buenos maestros y hace tiempo que eso no está ocurriendo. El 4 por ciento quizás haya servido para mejorar el nivel de vida de algunos maestros, pero no para elevar su formación académica.

Aunque el presidente Luis Abinader ha convocado a los partidos políticos a dialogar sobre la posibilidad de consensuar reformas estructurales, pienso que, si queremos seguir siendo nación y no descender al concepto de país, hay que debatir seriamente sobre la educación dominicana.

La deficiencia de nuestro sistema educativo ha sido una enfermedad colectiva que viene desde hace muchos años y este es un buen momento para que el presidente Luis Abinader lo incluya en este diálogo que promueve con las fuerzas vivas de la nación.

De lo contrario, habrá que decretar  ‘’La quema de todos los libros y la prohibición de la lectura como ‘’distópicamente’’ narró Ray Bradbury en su afamada obra ‘’Fahrenheit 451’’.

Por: Ramón Rodríguez centrodeidiomaswashington@gmail.com

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