Editorial

Gratitud

Gratitud

Algún día la población insular valorará en su justa dimensión lo que significan para la economía y la gobernanza las remesas que aportan los dominicanos en el exterior que al cierre de 2022 bordearán los diez mil millones de dólares.

El Banco Central informó que en los primeros nueve meses de este año las remesas alcanzaron US$7,309.4 millones, monto que supera en US$2,016.5 millones lo remesado en igual periodo de 2019, cuando en Estados Unidos no se tenían aún esquemas de ayuda aplicados en 2020 y 2021, por la pandemia.

Los dineros que remite la diáspora dominicana representan casi una tercera parte del total de las divisas que ingresan al país por Turismo, exportaciones zonas francas e inversión extranjera directa, con una distribución de gran impacto social y económico por las extensas áreas geográficas y grupos sociales que abarcan.

Se creía que el incremento de las divisas recibidas aquí habría sido por los subsidios que durante dos años consecutivos otorgó el gobierno de Estados Unidos a trabajadores, familias y empresas afectadas por la pandemia de la covid-19, pero este año, sin esas transferencias, la cifra ha sido también significativa.

Aunque el nivel de pleno empleo se mantiene relativamente estable, la inflación interanual en Estados Unidos es a septiembre de 8,2% y la subyacente, que excluye los alimentos y la energía, subió hasta el 6,6%, el máximo en 40 años, a pesar de lo cual, el 84% de las remesas provienen de dominicanos residentes en esa nación.

Además de la elevada inflación, matizada en alzas de precios de alimentos, energía, bienes muebles e inmuebles, la economía de Estados Unidos se contrae a causa de sucesivos aumentos del tipo de interés de referencia a cargo de la Reserva Federal, que encarece el dinero y limita el alcance del salario real.

Queda demostrado que en tiempos de vacas gordas como en los de vacunos escuálidos, los dominicanos del exterior mantienen la misma voluntad de enviar recursos a los suyos, aun sea a costa de grandes sacrificios, lo que de paso ayuda a garantizar estabilidad macroeconómica y fortaleza de la gobernanza.

Poderes públicos y sociedad están compelidos a retribuir con leyes y políticas públicas a los millones de compatriotas distribuidos por el mundo que trabajan de sol a sol con el pensamiento puesto en el bienestar de sus familias y el engrandecimiento de la patria.

El Nacional

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