La mayoría de los dominicanos está con el grito al cielo ante la ola de criminalidad y delincuencia que azota al país. Revisar la prensa de la semana y ver hechos de violencia y criminalidad por doquier, es estremecedor. Más lo hace la indolencia y el silencio del gobierno de Danilo Medina, mientras el país queda huérfano, carente de soluciones para solventar las problemáticas principales y más urgentes, entre ellas, la profunda inseguridad ciudadana.
Mientras preparo estas líneas, las noticias de asaltos, muertes violentas y feminicidios en particular, se suceden como una “tormenta perfecta”. Por solo poner algunos ejemplos: un hombre mató a su expareja a tiros, y al hacerlo, le recriminó que era un castigo por no “arreglarse” con él. En adición, un vídeo captó el atraco a una familia en Santo Domingo, ante el horror de la madre y la incomprensión de sus pequeñas hijas.
En el Cibao, solo el día lunes, se produjeron tres feminicidios. Gravísimo.
Pan de cada día salir a la calle con miedo, en uno de los países con mayor auge de criminalidad y muertes violentas, llegando a ser considerada la principal causa de muerte de República Dominicana, afectando en su mayoría, a familias de escasos recursos, cuyos hijos son presa fácil para consolidar el círculo vicioso social en el que nos encontramos actualmente.
Mientras tanto, en Palacio, guardan silencio, anuncian mayor patrullaje pero ninguna medida de fondo, ninguna reforma a la vista, ni mucho menos empatía ante el miedo que reina en nuestras calles. ¿Qué hacer ante tantas armas en la calle, muchas de ellas, ilegales? Paradójico que abunden las denuncias de atracos cerca de donde reside el presidente. Un aviso de que este problema, al que no atendió en sus primeros cuatro años, nos toca a todos de cerca, sin excepción.
La respuesta de incrementar el patrullaje no es la mejor receta para combatir la delincuencia. Urgen acciones contundentes, incluyendo la reforma integral de la Policía Nacional. Cuatro años de fracaso en la lucha contra la criminalidad, no pueden volver a repetirse. Desde la oposición estamos comprometidos con aportar para recuperar la paz. El pueblo dominicano anhela y merece vivir en paz. Basta de violencia, muerte e inseguridad.