En lugar de rogar por una intervención extranjera, sería más conveniente asociarse, con actores haitianos locales y de la diáspora, en la creación de una propuesta conjunta para acceder al “Fondo para la Naturaleza” anunciado por el presidente Biden.
La geopolítica, la sobrepoblación, las migraciones y los daños ambientales en toda la isla son razones sólidas para buscar y obtener apoyo internacional.
Los haitianos tienen poco de qué sentirse orgullosos en estos días, pero pueden mirar con jactancia el coraje y la habilidad de sus predecesores que lograron la nacionalidad sobre una potencia europea que alguna vez fue invencible; lamentablemente, el precio de la victoria fue demasiado alto y Haití se vio obligado a pagar indemnizaciones descomunales hasta 1947.
Ejemplos de colaboración. -A lo largo de los siglos los países que componen la Unión Europea mantuvieron muchas diferencias y conflictos; sin embargo, la economía y el bienestar común los han unido-.
Recordemos que Haití, la “perla de las Antillas”, fue fundamental para la restauración de la independencia dominicana, apoyó la Gran Colombia y contribuyó a la independencia de Estados Unidos.
Ya aprendimos que después de 13 años la MINUSTAH se marchó sin resolver nada. Ahora, en lugar de depender de soluciones externas, utilicemos los fondos destinados a Kenia para que el ejército dominicano entrene y equipe en nuestro territorio a una milicia de soldados y policías haitianos que erradique las bandas criminales y respalden un gobierno provisional, mientras se reorganiza la administración haitiana.
Concomitantemente con un plan piloto binacional respaldado por la comunidad internacional. Este proyecto demostrará que la recuperación de los daños causados por el cambio climático agudo es posible para dos países clasificados entre los más vulnerables del mundo.
Para garantizar el éxito, debemos fomentar el uso de fuentes de energía alternativas para reducir la dependencia del carbón, llevar a cabo programas masivos de reforestación, recuperar las cuencas hidrográficas, fomentar la recuperación del agua y crear empleo mediante el desarrollo de zonas francas industriales en las áreas fronterizas, mientras avanzamos hacia la agricultura y el turismo sostenible.
Es imperativo dejar atrás la mentalidad de muros y divisiones proclamando “nosotros aquí y ellos allá”. Este mundo está interconectado, y sin cambios positivos en Haití, continuaremos experimentando graves repercusiones aquí y en toda la región. ¡Es difícil pero no imposible!
