SANTIAGO DE CHILE, (AP).- Un conjunto de osamentas halladas en una bolsa de plástico que aún no han sido identificadas trajeron a la memoria de Chile la sombra de los ejecutados y desaparecidos durante la última dictadura militar.
Los restos óseos fueron descubiertos dentro de un mueble en la sede de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) hace un par de meses y el jueves pasado fueron entregados a un juez que lleva casos de violaciones a los derechos humanos bajo la dictadura, confirmó el lunes Lorena Pizarro, presidenta de la AFDD, a The Associated Press.
Aunque las osamentas habían permanecido más de dos décadas en el lugar y su existencia era conocida por personal de tiempo de la asociación, al ser halladas por nuevos dirigentes se decidió que debían entregarse a las autoridades.
Alicia Juicia, encargada de comunicaciones de la AFDD, dijo a la AP que en la bolsa hay entre 60 y 80 fragmentos de huesos que llegaron a la sede de la asociación a mediados de los noventa. En ese entonces se examinaron con ayuda de arqueólogos forenses y se determinó que podrían haber pertenecido a humanos y/o animales de otra época. Sin embargo, Pizarro señaló que las dirigentes de la época no quisieron deshacerse de los fragmentos y ahora que reaparecieron decidieron entregarlos al juez Mario Carroza para que sean analizados nuevamente con los métodos que están disponibles hoy.
La identificación de restos de víctimas de la dictadura es un tema sensible en Chile, ya que el gobierno ha cometido errores para la sorpresa de forenses y familiares.
En 1991, poco después del regreso a la democracia, el Servicio Médico Forense exhumó 126 osamentas de una fosa común del Cementerio General destinada a personas sin identificar. El SML identificó 96 restos de detenidos desaparecidos que fueron entregados a familiares. Sin embargo, aquellas identificaciones no contaron con exámenes de ADN y tras algunos reclamos y sospechas, el SML tuvo que reconocer públicamente que de los 96 exhumados, identificaron mal a 48 personas y que el reconocimiento de otras 37 era dudoso. Nunca se supo quiénes fueron los restantes.
La dictadura dejó oficialmente poco más de 40.000 víctimas de las cuales 3.095 murieron, incluidos unos 1.200 desaparecidos. De los pequeños fragmentos encontrados a lo largo y ancho del país se han identificado menos de 200 personas.
