Santo Domingo. – El hombre que el pasado domingo asesinó a tiros a su esposa y a su suegra en el sector El Milloncito, del Distrito Nacional, fue identificado como Nelson Félix Miranda Hermida, un exteniente de la Policía Nacional que, según registros periodísticos, ya había cometido un feminicidio similar hace 47 años.
Una publicación del diario La Noticia, fechada el 28 de diciembre de 1978, identificaba a Miranda Hermida como el autor de la muerte de su entonces esposa Ana Argelia Abreu, a quien le disparó cuatro veces tras una discusión en Santo Domingo.
De acuerdo con el artículo, los familiares de la víctima denunciaron que el hecho fue premeditado y motivado por problemas económicos.

Vista frontal de la vivienda en El Millón donde un hombre asesinó a tiros a su pareja, la suegra y luego se suicidó
“Él la mató de varios disparos… fue un hecho premeditado”, señalaba la nota publicada en 1978.
En aquel momento, Miranda Hermida tenía 32 años, y la víctima era madre de un hijo procreado con él. Fue condenado a siete años de prisión, pero según Félix Antonio Abreu, hermano de la víctima, solo cumplió entre tres y tres años y medio.
“No sé si se valió de alguna influencia, pero solo cumplió tres años y medio”, dijo Abreu.
El doble feminicidio de 2025
Cuarenta y siete años después, la tragedia se repitió. El pasado domingo 12 de octubre de 2025, Miranda Hermida, de 79 años, asesinó a su esposa Mayra Martínez Romero, de 65 años, y a su suegra Doris Romero, de 86 años, en su residencia del sector El Milloncito, Distrito Nacional.
Según el informe preliminar, el hombre utilizó un arma de fuego para cometer el crimen y luego se suicidó. Antes del hecho, llamó a sus hijos para que acudieran a la vivienda, siendo uno de ellos quien encontró los cuerpos.
Vecinos del sector expresaron su sorpresa y consternación, indicando que nunca habían escuchado discusiones ni signos de violencia en el hogar, que describieron como tranquilo y respetuoso.
Reacciones y cuestionamientos
El hermano de su primera víctima, Félix Antonio Abreu, lamentó que el exoficial volviera a tener acceso a un arma de fuego pese a su historial criminal.
“No entendemos cómo una persona así podía portar un arma y hacer vida común. Hoy se perdieron dos vidas más, y pudieron ser más si había más personas en la casa”, expresó.
El caso ha generado indignación pública y renovado los reclamos sobre la impunidad y los fallos institucionales en el control de armas y el seguimiento a agresores reincidentes.