Opinión Editorial

Honrosa visita

Honrosa visita

La visita oficial a República Dominicana que realizará mañana el primer ministro de Vietnam, Pham Minh, representa una oportunidad para que ambas naciones compartan sus experiencias históricas en torno a cómo reemprender senderos de crecimiento y desarrollo, después de sufrir intervenciones militares.

Vietnam se sitúa entre las principales economías del sureste asiático, medio siglo después que esa nación quedó devastada por diez años de guerra con Estados Unidos, que retiró sus tropas el 29 de marzo de 1973, en una conflagración que dejó un saldo de 500 mil civiles muertos, 200 mil soldados vietnamitas y 57 mil soldados estadounidenses.

Dos años después de la invasión militar a Vietnam, el presidente Lindon B. Johnson, ordenó el envío de miles de tropas a Santo Domingo con el supuesto propósito de evitar que el país cayera en manos de un régimen comunista, pese a que la insurrección del 24 de abril de 1965 procuraba el retorno de un gobierno democrático.

Medio siglo ha sido el tiempo promedio durante el cual economías asiáticas en desarrollo como China, Taiwán, Corea del Sur, Singapur y Vietnam, se colocaran a las puertas del desarrollo pleno, lo que no ha ocurrido en América Latina, pese a que durante ese periodo ha tenido más gobiernos democráticos que Asia.

Hanoi y Santo Domingo están unidos por la coincidencia histórica de padecer invasiones de grandes potencias, pero también de reiniciar camino hacia un anhelado estadio de prosperidad y justicia, sin importar las frecuentes caídas, razón por la cual los dominicanos ofrecerán cálida bienvenida al primer ministro Pham Minh.

Desde 2007, Vietnam, con un modelo socialista de mercado, similar al modelo económico chino, introdujo reformas políticas y económicas para garantizar la propiedad privada, inversión extranjera y transferencia tecnológica, lo que permitió el incremento promedio de su Producto Interno Bruto (PIB) del 8 % y la reducción de la pobreza hasta un 12 por ciento.

La economía dominicana ha mantenido un crecimiento promedio del 5 %, con significativa inversión extranjera y aportes de los sectores turismo, minería, remesas, construcción y zonas francas, aunque el modelo dominicano no contempla apego absoluto a una economía de planificación a largo plazo, como han sido las de los denominados “tigres asiáticos”.

Sin hacer caso a diferencias o tabúes ideológicos, se resalta como un gran acontecimiento diplomático y económico la visita al país del primer ministro de Vietnam, una nación cuyo pueblo es ejemplo de valor, sacrificio y dignidad universal.

El Nacional

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