El huracán Beryl no está supuesto a tocar el territorio nacional, pero la intensidad con que se desplaza no deja de alertar sobre la necesidad de adoptar todas las prevenciones frente a los efectos que pueda provocar el fenómeno.
En las últimas horas Beryl estaba a unos 595 kilómetros al sureste de la isla Beata de República Dominicana.
De mantener la trayectoria la Oficina Nacional de Meteorología informó que el fenómeno, de categoría 5, dejaría acumulados de lluvias entre 50 y 150 mililitros de manera gradual desde la madrugada de este martes en el Gran Santo Domingo y varias provincias.
El presidente Luis Abinader ya ha dicho que salvar vidas es lo prioritario, en tanto el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) ha alertado a la población sobre fuertes aguaceros y su secuela de inundaciones; tormentas eléctricas y vientos intensos.
Puedes leer: Fuerza del pueblo: Abre congreso
Si la situación lo amerita debe intervenirse para que los sectores más vulnerables a los efectos de fenómenos atmosféricos acaten las recomendaciones para evitar desgracias.
Como es tradición todas las entidades dicen tomar sus prevenciones, pero lo importante sería que se subordinen a las direcciones del COE para evitar dispersiones.
Con los huracanes y sus efectos no queda más alternativa que la prevención para minimizar los daños.
Más frente a un fenómeno que ya ha demostrado su capacidad devastadora frente a pequeñas islas del Caribe.