Aprovechar el asueto de Semana Santa para vacacionar, descansar, compartir y divertirse es una vieja tradición que se ha impuesto en el país.

Los que pueden lo hacen en resorts, otros rentan viviendas próximas a playas, ríos o zonas turísticas y practican el montañismo. También se aprovecha para practicar deportes y hasta organizar torneos de dominó, amén de que en muchos barrios se popularizan las piscinas callejeras.

Cada quien busca la manera de divertirse como lo considera o sus posibilidades se lo permiten. Pero se impone siempre la prudencia, evitar los excesos, que es el principal llamado que se efectúa para esta época. Por el frenesí que caracteriza una temporada que en otros tiempos era de reflexión y recogimiento los gobiernos se gastan un dineral en operativos de prevención y primeros auxilios.

Mientras el Gobierno anunció que en las labores del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) intervendrán alrededor de 49 mil socorristas. Esas labores incluyen personal de salud, transporte y viáticos.

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Como parte de las prevenciones para evitar tragedias que suelen dejar una estela de dolor y luto en las familias, también se han clausurado balnearios y prohibido las fiestas en las playas.

Si los vacacionistas colaboran con la prudencia la Semana Santa no dejaría esa estela de dolor y luto que entristece a las familias y la población. Son diferentes maneras de disfrutar la Semana S