¿Qué Pasa?

Infieles… hasta la muerte

Infieles… hasta la muerte

Lino Rivera, mánager del equipo dominicano, con el trofeo de campeón de la Serie del Caribe.

Las infidelidades de las personas que gozan de fama y reconocimiento se hacen tan famosas como ellos mismos. Y es que unos las confiesan arrepentidos, mientras otros las cuentan mostrándose conformes con este hábito de engañar.

Las confesiones del actor de Telemundo Gabriel Porras, en una entrevista con la periodista mexicana Neida Sandoval, traen de nuevo el tema sobre el tapete, a propósito de que, siete años después de su ruptura con la también actriz Sonya Smith, confiesa que el motivo es que le fue infiel, y se confiesa incapaz de vencer las tentaciones que le rodean.

Porras dice que no puede prometerle fidelidad a sus parejas, ya que no puede ni quiere dejar de salir con varias mujeres.
“Yo traté de decirle ‘oye mira yo tengo estos problemas, así como hay gente que nace con inclinaciones de gusto por el mismo sexo, así como hay gente que nace con muchas ideas, a mí me gustan mucho las muchachas, siempre me han gustado mucho’. Traté de explicárselo y decirle ‘bueno a lo mejor no sé si te pueda prometer fidelidad’ y ella me decía ‘no, estás confundido, tarde o temprano lo vas a lograr’. No lo logré”, dijo.

“Hay gente que se va a adaptar a mi forma de ser, a pesar de que no es la que estamos acostumbrados y si no, asumo mi responsabilidad”, dijo el actor.

Y para muestra, otros “botones”.

Muchos afirman que el actor de Hollywood Hugh Grant nunca será fiel, porque no puede controlar sus impulsos. Llegó a la cima de su carrera en 1995, y cuando llevaba ocho años emparejado con la actriz Liz Hurley, sorprendió cuando fue arrestado practicando sexo oral en su coche con una prostituta. Confesó su adicción al sexo y pidió perdón públicamente Pero pronto volvió a las andadas. Cambió de pareja (se emparejó con Jemima Khan) y fue sorprendido otra vez alternando con prostitutas.

Michael Douglas, admirado por su trayectoria en el cine, dijo hace unos años una frase que estremeció: “Sí, soy adicto al sexo”. Ya en el año 2000 su esposa Diandra Luker, se separó de él debido a sus constantes infidelidades. Se dice que su apetito sexual era tan intenso que necesitaba desfogarse en los rodajes y descansos entre escenas.

Ha ingresado en numerosas ocasiones en clínicas especializadas para luchar contra su trastorno erótico, hasta que en el año 2013 reveló que tenía cáncer de garganta por su “afición a practicar cunnilingus”. Afortunadamente, en la actualidad el actor está curado.
En los años ochenta Rob Lowe fue, junto a Tom Cruise o Michael J. Fox, uno de los actores juveniles de moda. Pero en 1988 saltó a los medios un vídeo en el que aparecía haciendo un trío con dos chicas, una de ellas de tan solo 16 años de edad. Su carrera cayó en picada y desde entonces Hollywood no le perdonó.

Él confesó su adicción al sexo. En 1991 se casó con la maquilladora Sheryl Berkoff, con la que tuvo dos hijos y confesó que deseaba ser monógamo, pero en 2008 volvió a tener problemas cuando su niñera lo denunció por meterle una mano bajo los pantalones.

La integrante de Spice Girl Mel B, siempre ha tenido una vida sexual excesiva llegando a comentar que “nunca se queda satisfecha”.

Christa, una de sus amantes, la calificó de muy promiscua y desatada en la cama. La cantante no ha intentado en ningún momento encauzar sus hábitos ni ponerse en terapia, por el contrario, dijo una vez airada que “Hay gente que me llama lesbiana, bisexual, heterosexual… pero solamente yo sé quién entra en mi cama. Eso es todo. Tengo una líbido muy alta y necesito una vida sexual muy variada”.

UN APUNTE

Terapeuta

El terapeuta sexual y de pareja Ramón Emilio Almánzar, responde a la pregunta de si cree que muchos artistas son infieles por no saber vencer las tentaciones que se les presentan.

“Esto es una probabilidad con mucho peso, tomando en cuenta que una de las variables que influyen en la tendencia a situaciones de infidelidad es precisamente la exposición y sobre-exposición a contextos que planteen situaciones que facilitan el roce “placentero” con otras personas (música, bebidas alcohólicas, múltiples actividades, etc)”.

Explica que como toda conducta, siempre hay que evaluar los modelos conductuales que se moldearon en la familia de origen, en este caso, ver lo que se aprendió con relación al tema de la infidelidad en términos de situaciones acontecidas en la familia. De igual modo, la formación vivencial de la cultura, sociedad y comunidad a la que se pertenece.

EL DATO

No puede
ni quiere
El actor Gabriel Porras dice que no puede prometerle fidelidad a sus parejas, ya que no puede ni quiere dejar de salir con varias mujeres.

 

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