Editorial Opinión

Interrogantes

Interrogantes

El Senado aprobó de urgencia el Presupuesto General del Estado para 2022 por un monto de un billón 214 mil 606 millones, siete mil 369 pesos ($1, 214,606, 007,369), de los cuales $284, 079,393,319 se obtendrían a través de financiamiento o deuda pública, con un déficit fiscal estimado en 3%, en proporción al Producto Interno Bruto (PIB).

Lo mejor sería que las autoridades ilustren al ciudadano ordinario sobre aspectos esenciales relacionados con la ejecución del gasto público y la certidumbre del estimado de ingresos que solventarían ese instrumento de desarrollo a ejecutarse a partir del 1 de enero.

En esa pieza, el déficit entre ingreso y gasto estaría cerca de un 25% por lo que es probable que el déficit fiscal supere el 3% en 2022, aun cuando calificadoras de riesgo otorgaron buenas credenciales a los bonos dominicanos, toda vez que la Reserva Federal de Estados Unidos proyecta incrementar su tasa de interés referencial, lo que encarecería la colocación de esos instrumentos financieros.

Es previsible que el Gobierno no impulsará en 2022 reforma fiscal de ningún tipo, porque no cuenta con consenso político, empresarial ni social y porque ya se sienten aires electorales, razón por la cual la pieza presupuestal tendrá que sostenerse en el ámbito de la eficiencia en la gestión tributaria.

Quienes reservan butacas a la diestra del Dios Padre abogan por una reducción drástica del gasto, como forma de equilibrar las finanzas públicas, pero otros patricios y plebeyos, más cercanos al ideal de justa distribución de panes y peces, apuestan por el empleo del término “calidad del gasto”, que quiere decir mayor inversión de capital.

En 2022 no debería repetirse la triste historia contada muchas veces por técnicos oficiales de que la bajísima inversión de capital en 2021 obedeció a trabas impuestas por la Ley de Contrataciones Públicas, problemas burocráticos heredados y afán de transparencia porque esos temas han debido superarse.

-¿Cuál sería el porcentaje de presión fiscal (porcentaje de los ingresos en proporción al PIB) que sustentaría ese presupuesto, tomando en cuenta que el actual ronda el 14%? ¿Es suficiente un 16% para inversión social como se ha establecido en ese Presupuesto?.

La ciudadanía y los agentes económicos agradecerían al equipo económico oficial demostrar con estadísticas fehacientes que en el Presupuesto General del Estado correspondiente a 2022 hay garantía de armonía y certidumbre entre ingreso, gasto y financiamiento.

El Nacional

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