El estelar Clayton Kershaw, en su última apertura de la temporada, tendrá la encomienda de lograr otra buena salida en la Serie Mundial luego de una brillante actuación en el choque de apertura cuando navegó durante seis capítulos y sólo permitió dos hits y una carrera en el triunfo de su club.

Kershaw, el mejor lanzador de esta década y probablemente del joven siglo XXI, no ha tenido un comportamiento digno de su jerarquía de lanzador sueperestrella, ganador de tres Cy Young y de un premio de Jugador Más Valioso.

Con su último triunfo apenas pudo igualar en 2-2 su marca de ganados y perdidos en Serie Mundial y mejorar a 4.58 su promedio de carreras limpias en el más alto nivel de la competencia de las grandes ligas.

En general, el récord del gran zurdo es 12-12, 4.22 en postemporada, una distancia abismal con relación al registro de su carrera que es 175-76, 2.43 en 13 años en las Mayores.

Golpeado por molestias en la espalda en las últimas temporadas, Kershaw esta noche tendrá la oportunidad de convertirse en el líder histórico en ponches propinados en los playoffs. Entrará al quinto juego de la Serie Mundial con 201, mientras que Justin Verlander, otro pitcher que tiene un dossier de Salón de la Fama, es el líder con 205.

Pero más importante que los méritos individuales para la hoja de vida de Kershaw es importante obtener un anillo de Serie Mundial y aportar para el mismo, una victoria esta noche con un buen desempeño lo pondría en la competencia por el JMV de este Clásico de Otoño y eso si en verdad sería quitarse el mono de la espalda.

Probable rival

El gigantesco Tyler Glasnow o Blake Snell, con tres días de descanso, enfrentarían a los Dodgers en este juego crucial.

Glasnow, de bolas rápidas que normalmente viajan entre 98 y 100 millas por hora, fue el derrotado en el primer encuentro cuando su descontrol jugó un rol notable.
En 4.1 entradas concedió tres hits, incluyendo un jonrón de Cody Bellinger, embasó seis por bolas y le anotaron seis carreras limpias.

En la postemporada tiene marca de 2-1, 4.66 en cinco aperturas.

Snell, poseedor de uno de los mejores sliders del juego, precisamente con ese pitcheo ponchó a la mayoría de los nueve que fulminó en su labor de 4.2 innings de dos carreras en el triunfo de Tampa Bay para igualar la serie el pasado miércoles.