El ministro de Deportes, Francisco Camacho, ha puesto el rescate del complejo La Barranquita entre sus prioridades en la cartera.
Como otros titulares de esa institución han dicho lo mismo y no han hecho nada, a Camacho habrá que tomarle la palabra. Existe hasta un expediente sobre la apropiación y supuesta venta de solares que duerme el sueño de los justos en la Procuraduría Fiscal de Santiago.
De nada han servido las denuncias y los reclamos para que se recupere un patrimonio del pueblo, y particularmente del movimiento deportivo de Santiago.
Camacho se comprometió a desarrollar tanto el deporte escolar, una verdadera necesidad, así como a meterle manos al misterio que rodea la mutilación y privatización de solares del histórico complejo deportivo.
Como parte de su proyecto anunció que el primer paso será la instalación de un cuartel militar y el asfalto de las calles de La Barranquita por el Ministerio de Obras Públicas.
Camacho se haría acreedor de una medalla olímpica si consigue la recuperación y habilitación de un complejo levantado para el fomento y desarrollo del deporte en Santiago y zonas aledañas.